Según informó hoy ONO, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se incrementó un 4,2% en el periodo hasta alcanzar los 730 millones de euros. La previsión que el operador se fijó al inicio del ejercicio oscilaba entre 680 y 720 millones de euros.

La compañía contaba con 1.902.000 clientes residenciales a cierre de 2009, lo que representa una disminución de 17.000 clientes con respecto al cierre del ejercicio en 2008.

Según el operador, "en esta evolución ha pesado la crisis económica, que ha empujado a la baja la captación de nuevos clientes, así como la decisión de ONO de aplicar políticas para lograr clientes con vocación de permanencia y la introducción de barreras de entrada como los gastos de instalación para asegurar la fidelidad del cliente".

Por otra parte, registró un crecimiento del 3,4% en clientes de Internet de banda ancha, con un total de 1.326.000 a fin de 2009.

Mientras, descendió en el número de clientes de televisión de pago, un 6,2% menos, con un total de 975.000.