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El Banco de España confirma la desaceleración de la economía y rebaja su previsión de PIB al 2,7% en 2016

- Para 2017 prevé un 2,3% y que la tasa de paro cierre “ligeramente” por encima del 18%

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco de España ha rebajado en una décima su previsión de crecimiento de la economía española en 2016, hasta el 2,7%, después de confirmar que en el primer trimestre del año se ha producido una “desaceleración” de la actividad.

Así lo recoge el organismo que gobierna Luis Linde en sus últimas previsiones económicas publicadas este viernes, en las que recoge también la estimación de PIB para 2017, año en que se cifra el crecimiento del PIB en el 2,3%.

Según explicó en un encuentro informativo el director general de Economía y Estadística, Pablo Hernández Cos, las tasas de crecimiento registrarán una moderación “gradual y progresiva” a lo largo del ejercicio.

El supervisor indicó que se prevé que el actual período expansivo de la economía española se prolongue a lo largo de los años 2016 y 2017, “aunque a menor ritmo que el observado en 2015”.

Este periodo expansivo, indica, está apoyado en la “persistencia de precios del petróleo reducidos, el tono expansivo de la política monetaria, la recuperación progresiva de los mercados de exportación y el comportamiento favorable del mercado de trabajo”.

El menor ritmo de crecimiento se explica en la medida en que irá perdiendo “fuerza” algunos de los factores que han impulsado recientemente el avance del producto, como las sucesivas bajadas del precio del petróleo registradas desde mediados de 2014, la depreciación del tipo de cambio del euro observada durante buena parte de 2015, la moderación de los costes de financiación que se ha producido en los últimos años o el tono más expansivo de la política fiscal en el pasado ejercicio.

En relación con las perspectivas de crecimiento del PIB real a corto plazo, en el período enero-marzo de este año el Banco de España expone que “ya se habría producido una desaceleración de la actividad económica”, en línea con lo previsto en el ejercicio de proyecciones de diciembre pasado. En concreto, en el primer trimestre, el PIB habría crecido un 0,7%, frente al 0,8% en el cuarto trimestre de 2015.

PARO DEL 18% EN 2017

Respecto al mercado de trabajo, el Banco de España subraya que se continuaría creando empleo a “tasas elevadas” en relación al crecimiento del producto, en un entorno en el que los costes laborales aumentarían de forma “moderada”.

En este sentido, se explica que, dado que se espera que el aumento de la población activa sea “muy modesto”, la creación de empleo conduciría a disminuciones adicionales de la tasa de paro, que al final de 2017 se situaría “ligeramente” por encima del 18% de la población activa.

En todo caso, la media anual de la tasa de paro será del 18,9% en 2017, con lo que se moderará desde el 20,3% que se estima en 2016 (una décima menos que en la anterior estimación).

DÉFICIT

Respecto a la evolución del déficit público, Hernández de Cos expuso que las previsiones del Banco de España apuntan a que se situará en el 4,4% del PIB este año y en el 3,4% en 2017, en ambos casos por encima del objetivo acordado con la Comisión Europea del 2,8% y el 1,4%, respectivamente.

El director general de Estadística apuntó que la desviación “significativa” de 2015, de casi un punto de PIB, “evidentemente tiene efectos que se trasladan a los años siguientes”.

En todo caso, quiso dejar claro que el déficit del 4,4% en este ejercicio 2016 es “compatible” con un crecimiento del 2,7% en el conjunto de la economía española.

Sobre la incertidumbre política, desde la Dirección General de Economía señalaron que no se incorpora en las previsiones un “sesgo ad hoc” en el cálculo de las previsiones, aunque es algo que puede afectar.

En este sentido, el responsable del departamento explicó que el impacto en la evolución económica no dependerá del “signo” del próximo Gobierno en sí, si no de las medidas que se adopten, para recordar que se ha de avanzar en la consolidación fiscal y en las reformas estructurales.

Sobre las reformas, subrayó que “se ha avanzado algo” en los últimos años y que es necesario que las que se han hecho bien “se mantuvieran”, aunque agregó que “esa valoración es compatible con un diagnóstico generalizado de que el panorama de reformas que hay que aplicar es amplio”.

En el ‘Boletín Económico’ se destaca que la consolidación fiscal resulta “esencial para mantener la confianza” y que hay que “perseverar en la aplicación de reformas estructurales que reduzcan las vulnerabilidades de la economía española y permitan mejorar su capacidad de crecimiento futuro”.

Por su parte, los precios de consumo retrocederían un 0,1% en el promedio anual de 2016, con una senda que seguirá estando “fuertemente condicionada” por la trayectoria del precio del petróleo.

De este modo, el organismo apunta que “en ausencia de nuevas perturbaciones”, comenzarán a repuntar en la segunda mitad de este año hasta registrar una tasa media del 1,6 % en 2017.

REVISIÓN

En comparación con las proyecciones precedentes, publicadas en diciembre del año pasado, el crecimiento esperado del PIB para 2016 se ha revisado a la baja en una décima, mientras que la tasa de inflación ha sido rebajada en 0,8 puntos.

Según el Banco de España, estas revisiones vienen explicadas fundamentalmente por los cambios experimentados por los supuestos técnicos desde el anterior ejercicio de diciembre, que incluyen una “ligera” revisión a la baja en el crecimiento mundial, una apreciación del tipo de cambio efectivo del euro y un descenso en las cotizaciones bursátiles, en línea con los desarrollos recientes en estos mercados.

En sentido contrario, se proyecta una disminución adicional del precio del petróleo y una leve bajada de los tipos de interés de mercado a corto y a largo plazo, en línea con la reciente intensificación del tono expansivo de la política monetaria.

DEMANDA NACIONAL

A lo largo del período de proyección en los años 2016-2017, la expansión del producto seguiría apoyándose en la demanda nacional, como viene ocurriendo desde el inicio de la recuperación.

No obstante, sus distintos componentes experimentarán una “cierta moderación”. En particular, el consumo de los hogares mantendría un ritmo de avance “elevado”, apoyado en la buena evolución esperada del empleo y, en el corto plazo, en algunos elementos de carácter transitorio, como las recientes caídas del precio del petróleo.

Por otra parte, se hace referencia a la desaceleración prevista para la inversión empresarial, que se debe al “debilitamiento” transitorio de los mercados exteriores y el “fortalecimiento” del euro.

Mientras, la demanda de las administraciones públicas moderaría su crecimiento, de acuerdo con los planes presupuestarios, en contraste con el elevado incremento mostrado en 2015.

En relación con el sector exterior, las exportaciones registrarían una “cierta pérdida” de empuje en el corto plazo, en línea con la evolución de los mercados exteriores, que se revertiría en el tramo final de este año y a lo largo de 2017, conforme dichos mercados recobren gradualmente un comportamiento algo más expansivo.

(SERVIMEDIA)
01 Abr 2016
BPP/bpp/caa