La mitad de los pacientes con problemas de mandíbula sufre dolores de cabeza o cuello

- Según el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid

MADRID
SERVIMEDIA

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (Cpfcm) informó hoy de que, según el estudio de Plesh et al, el 53% de los pacientes con disfunción temporomandibular, es decir, con problemas en la articulación de la mandíbula, tienen dolores de cabeza severos, mientras que el 54% sufre dolor de cuello.

Además, el origen de los dolores orofaciales (de boca y mandíbula), de determinadas cefaleas y de los dolores cervicales puede estar asociado a factores biológicos (cambios hormonales, antecedentes genéticos), psicológicos (estrés, ansiedad) y sociales (déficit alimentario).

Asimismo, según las últimas investigaciones científicas, estas dolencias puedan también estar relacionadas con patologías digestivas, como el colon irritable o la gastritis, con intolerancias alimentarias o con la nutrición deficitaria (carencia de vitaminas o minerales).

Según el secretario general del Cpfcm, José Santos, “el 80% de los pacientes que acuden a una consulta de fisioterapia lo hace por dolores de los que desconoce la causa. Esto se debe a que en los problemas músculo-esqueléticos, el dolor puede tener un origen multifactorial”, aseguró.

Por este motivo, Santos informó de que “las intervenciones basadas únicamente en tratamientos quirúrgicos, medicamentos, férulas nocturnas o técnicas manuales de fisioterapia no son suficientes para producir cambios positivos significativos en los pacientes que sufren dolor cráneo-cervico-facial; aunque en la mayoría de los casos se opta por un tratamiento conservador puesto que la evidencia científica actual no avala el tratamiento quirúrgico, excepto en determinados casos”.

Sin embargo, explicó que “al tratarse de una serie de patologías muy complejas, el planteamiento más correcto seriía realizar intervenciones multidisciplinares (fisioterapeutas, odontólogos, psicólogos, etc.) que se encuentren dentro de un enfoque bioconductual”.

FISIOTERAPIA

Por su parte, tal y como explicó Santos, la fisioterapia ya consigue disminuir el dolor cráneo-facial y cervical, así como la intensidad y frecuencia de las cefaleas. También reduce la fatiga masticatoria y mejora el funcionamiento mandibular. "Sin embargo, el reto futuro de la fisioterapia está en identificar los tratamientos de fisioterapia más efectivos sobre el dolor cráneo-facial”, añadió el experto.

En la actualidad, además, según explicó el secretario general del Cpfcm, se está demostrando que la prescripción de ejercicios terapéuticos específicos para mejorar el control del movimiento cervical reduce los síntomas del dolor cráneo-facial.

Estos síntomas son el dolor cervical con irradiación hacia la cabeza y la cara, las alteraciones y limitaciones en el movimiento mandibular, las cefaleas e incluso el dolor de oído o la fatiga a la hora de masticar, a pesar de que el músculo masticatorio de la mandíbula es el más fuerte del organismo, con una capacidad para morder con una presión de hasta 77 kilos.

TRATAMIENTO ODONTOLÓGICO

Otra de las causas que originan este tipo de dolores es la adopción de posturas incorrectas durante mucho tiempo, con un desfase del centro de gravedad del cuerpo con respecto a su punto de equilibrio, que es donde debería estar.

Santos explicó que existen tres receptores principales que emiten información al cerebro sobre la posición del cuerpo: los pies, la información que recibimos a través de la visión y los receptores que están en la articulación de la mandíbula.

El experto explicó que la ortodoncia se utiliza no solo para solucionar una oclusión dental defectuosa (cuando los dientes están amontonados o torcidos), sino cuando la mandíbula superior y la inferior no encajan correctamente. “Solucionar este problema durante la infancia evitará futuros problemas de espalda en la edad adulta”, aseguró Santos.

Sin embargo, añadió, “se ha demostrado que los pacientes con maloclusión tienen la misma incidencia de disfunción temporomandibular que los pacientes con normo-oclusión, concluyendo todos los trabajos que no existe relación significativa”.

Los ortodoncistas recomiendan que los niños empiecen a realizarse una revisión anual de los dientes a partir de los 7 u 8 años. No obstante, se puede llevar al niño al odontopediatra a partir de los 3 años con el fin de que vigile el crecimiento de los dientes y, si lo considera necesario, derivarlo al ortodoncista, pues algunas alteraciones dentales es mejor corregirlas antes de que se produzca el cambio de los dientes de leche por los definitivo.

Santos informó de que, además, el tratamiento odontológico es más efectivo si se combina con fisioterapia, ya que ésta puede ayudar a trabajar las estructuras blandas para que la adaptación de la persona al aparato sea mejor.

(SERVIMEDIA)
07 Abr 2016
SRH/caa