Según informó la Delegación del País Vasco, el pasado 22 de abril “se agasajó” a este terrorista en esta localidad guipuzcoana, donde este miembro de la banda criminal vasca regresó tras cumplir condena en Italia.

Urquijo aseguró que el recibimiento a este etarra fue "otra manifestación pública de enaltecimiento del terrorismo en nuestras calles del País Vasco que no puede quedar impune”. “Las víctimas ya fueron vilmente asesinadas y su muerte aplaudida y jaleada. No es de recibo que ahora a los asesinos se les permita seguir alardeando y vitoreando públicamente su hazaña de terror", afirmó.

NO ESTAR PASIVOS

El delegado del Gobierno añadió que "las instituciones no pueden permanecer pasivas cuando un terrorista es recibido con honores por una parte de la sociedad vasca. Atenta no sólo contra la dignidad de las víctimas del terrorismo, sino también contra la inmensa mayoría de los vascos que detesta este tipo de comportamientos".

Por este motivo, Urquijo expresó su convencimiento de que las víctimas del terrorismo y el conjunto de los demócratas "merecen una actitud institucional activa que evite este tipo de actos despreciables. Mirar para otro lado, dejar hacer, encogerse de hombros ante estos hechos graves, es hoy día, como lo fue entonces, una conducta poco ejemplarizante en defensa de las víctimas y que estamos aún a tiempo de rectificar en parte".

En este sentido, Urquijo ha dado traslado de este recibimiento a la Fiscalía por si pudiera comportar un acto atentatorio contra la dignidad de las víctimas del terrorismo de ETA según lo establecido en la legislación española.