Discapacidad. El artista Ángel Baltasar expone 'Slow Fugaz', una obra que nació en el metro de Madrid

- En la VI Bienal de Arte de Fundación ONCE

MADRID
SERVIMEDIA

El artista Ángel Baltasar, nacido en Madrid y afincado en Toledo, es uno de los 31 artistas que participan en la VI Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. En esta ocasión Baltasar expone 'Slow Fugaz', una obra que nació en el Metro de Madrid y que el artista lleva ahora a esta muestra con una nueva versión. Estará expuesta en CentroCentro Cibeles hasta el próximo 11 de septiembre.

Bajo el título 'Slow Fugaz' (1985-2016), el pintor madrileño retoma una pieza de arte público expuesta en 1986 en la estación de Metro de Núñez de Balboa. La obra, gracias al uso de un ojo electrónico, se acompaña de un vídeo que capta la sensación de un movimiento que deforma la imagen.

A través de la pieza se tiende al anonimato, en la forma de unos individuos que pierden su nitidez al ser observados desde el tren. La obra habla entonces de los inconvenientes de una vida cargada de velocidad, que impide al hombre detenerse a conocer las historias personales de su alrededor.

En la pintura, Baltasar ya señalaba la tendencia hacia el anonimato, la masificación y la eliminación paulatina de los rasgos individuales. Como pasajeros en la estación vistos desde el tren, sólo se pueden identificar formas, nunca individuos. La velocidad impide detenerse en historias personales, dramas, sueños o luchas; sólo se perciben tendencias, sombras o multitudes no numerables.

El artista afirma que este trabajo se nutrió de la influencia de la Romería de San Isidro, una de las pinturas negras de Goya. Como en ella, utiliza tonos sombríos y oscuros, que conforman una visión desencajada, como lo son las imágenes del Metro, y en donde también se ven mezcladas, como en la pintura de Goya, toda clase de personas y clases sociales o edades, tanto en esa romería como en el Metro.

Su destino final, en ambos casos, fue también el de la transposición de lugares y de soportes. La Romería fue pintada originalmente en el muro de su casa y trasladada posteriormente a lienzo, acabando finalmente en el Museo del Prado.

ÁNGEL BALTASAR

Madrileño afincado en Torres de Esteban Hambrán (Toledo), Ángel Baltasar concibe su obra como una patria donde el arte y el amor plasman su identidad. En los años 70 comenzó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, mientras su trabajo se definía por la abstracción y compartía espacios expositivos con Tàpies.

Con la llegada de los 80 la denominada ‘Movida madrileña’ no fue la única que cambió su forma de ver las cosas. Influenciado por el trabajo de Francis Bacon, Ángel Baltasar volvió su arte figurativo y estableció su actual nombre.

En 1985 el diagnóstico de una parálisis degenerativa cambió la vida de un artista que, agarrando el pincel con más fuerza, decidió no detener una obra de constante experimentación, donde también desarrolló el denominado Arte Deconstruido.

A lo largo de los años, diversos viajes por América y África le han llevado a afirmar que el arte del siglo XXI es el que se vuelve útil para la humanidad. Pero junto a la producción artística, la palabra también juega un papel fundamental en su vida, como muestra ‘Poemario huellas hermanas’, que editó e ilustró en mayo de 2015.

(SERVIMEDIA)
17 Jun 2016
SBA/caa