Dependencia

El 64% de las personas que viven en instituciones sociales son mujeres

- Predif reivindica la asistencia personal como vía para darles "visibilidad"

MADRID
SERVIMEDIA

El 64% de las personas que viven institucionalizadas son mujeres, debido sobre todo a la mayor presencia femenina en la población con discapacidad y de más edad. Por este motivo, la promoción de la figura del asistente personal “puede suponer una mejora muy importante en su visibilidad y en el empoderamiento femenino”.

Así lo indicó a Servimedia Myriam Arnáiz, directora técnica de Autonomía Personal y Vida Independiente de la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif), que este viernes celebra en Madrid la jornada 'Mujer y discapacidad: la asistencia personal desde una perspectiva multisectorial'.

Según esta experta, disponer de un asistente personal permite a los usuarios “desarrollar su vida en todas las facetas de la sociedad (trabajo, educación, ocio, cultura…), frente a las limitaciones que supone la vida en una residencia”.

Por eso, “acceder a la asistencia personal aumenta la visibilidad” de las personas con discapacidad, recalcó, al permitirles participar en la comunidad y en los distintos ámbitos sociales. Esto resulta “especialmente importante en el caso de las mujeres”, pues contribuiría a un mayor conocimiento y ejercicio de sus derechos, insistió.

Durante la jornada se analizó la brecha de género que afecta a las mujeres con discapacidad en el acceso a servicios básicos como la educación o el empleo, aspectos en los que también la asistencia personal puede resultar muy beneficiosa.

VIOLENCIA

El encuentro prestará, asimismo, atención a la detección de la violencia que pueden sufrir las personas con discapacidad por parte de su entorno familiar y, en especial, la violencia de género.

Arnáiz destacó que "en la mayoría de los casos esta violencia viene del entorno más cercano, de la persona que les presta los apoyos”, por lo que “contar con un asistente externo puede facilitar la denuncia” al romper la dependencia.

La formación básica que se ofrece a los futuros asistentes personales incluye por este motivo contenidos sobre violencia de género. “Entre otros puntos, “explicamos los distintos tipos de violencia que pueden sufrir las mujeres con discapacidad, que van más allá del maltrato físico, pues incluyen la violencia sexual, el abuso económico o la negligencia en los cuidados”, detalló.

La formación que ofrece Predif incluye también menciones sobre el proceso de acompañamiento, la necesidad de recomendar una derivación a los especialistas y un conocimiento de los principales recursos que existen para las víctimas.

De nuevo, la mayor participación social que facilita el asistente personal animaría, según Arnáiz, a que las mujeres “denunciaran su situación y a romper el círculo de la violencia”.

EMPLEO

Asimismo, se refirió “al filón” que para el empleo femenino puede suponer la promoción de esta figura, tras subrayar que el 89% de los cuidados de personas dependientes en el entorno familiar son ejercidos por mujeres.

A su juicio, “desarrollar la asistencia personal representa un importante nicho de empleo para muchas mujeres, algunas también en situaciones vulnerables”, y los distintos proyectos piloto impulsados por Predif así lo han demostrado.

Por todos estos motivos, instó al Estado a regular la asistencia personal y pidió a las comunidades autónomas apostar de forma decidida por esta prestación en su catálogo de servicios.

(SERVIMEDIA)
04 Mar 2022
AGQ/sdm/gja