“Se han sentido muy a gusto. Es para nosotros una satisfacción. Ya les terminé diciendo: 'Ya saben ustedes el camino. Han venido ya, pues les esperamos más veces, cuando quieran'”, explicó a la prensa tras despedir a la comitiva que se encontró con los obispos españoles en el marco del 50º aniversario de la creación de la Conferencia Episcopal.

“Nosotros nos hemos sentido muy a gusto y por lo que he podido percibir, también por parte de los Reyes y de la vicepresidenta”, agregó, por lo que reiteró que los obispos deseaban expresar a don Felipe y a doña Letizia su condición de “ciudadanos leales”: “Y mostrarnos en el trabajo que venimos haciendo. Tenemos la convicción que nuestra misión repercute en la sociedad”.

El presidente de los prelados españoles subrayó también el “tono de respeto” y “altura”, “con toques de carácter cordial y familiar” de las palabras que pronunció el Rey, y que tanto el discurso de don Felipe como las palabras que pronunció en su saludo el propio Blázquez fueron de dos discursos “convergentes”, especialmente en lo que respecta a la defensa de la libertad religiosa.

“Nosotros nos sentimos en este marco constitucional a gusto. Lo que pedimos es libertad para poder ejercitar nuestra misión”, agregó, recordando que don Felipe también añadió “otro punto que aparece en la Constitución, que es la colaboración”, como “deber” que tienen los poderes públicos hacia las instituciones y quienes prestan servicios a la sociedad.

Finalmente, el arzobispo de Valladolid dijo que el Rey estuvo “muy simpático”, improvisando unas palabras de cara al comienzo del tiempo litúrgico del Adviento. “Ha invitado a celebrar el Adviento, que ya está a las puertas. Es invitar a la esperanza, que no nos viene mal”, concluyó.