Zeid indicó en un comunicado que, cuando se discutía las razones de la ruptura del alto el fuego, la reanudación de bombardeos intensos por parte del Ejército sirio y de sus aliados en un área llena de civiles del este de Alepo es “casi con total seguridad una violación del derecho internacional y, muy probablemente, constituye crímenes de guerra”.

"Cualquier evacuación de los civiles en el este de Alepo debe llevarse a cabo de conformidad con el derecho internacional. El Gobierno sirio tiene la clara responsabilidad de garantizar que su población esté a salvo y no puede aprovechar esta oportunidad para hacerlo”, apuntó.

Zeid consideró “escandalosamente cruel” la manera en que el alto el fuego ha quedado sin efecto después de que la población “maltratada y asediada” de Alepo albergara la esperanza de “vivir para ver otro día” y apenas media jornada después no se pudo realizar la evacuación de los civiles.

“El Gobierno de Siria también está obligado por el derecho internacional a prestar asistencia médica a todos los enfermos y heridos, civiles y combatientes por igual. El acuerdo estaba allí, los autobuses estaban en su lugar, el primer convoy había partido, pero, según algunos informes, habían sido bloqueados por milicias progubernamentales. Esto es inexcusable”, concluyó.