Así lo asegura por escrito en una carta enviada al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, en la que le solicita una reunión para hablar sobre el futuro del Alto Tribunal. El encuentro tendrá lugar finalmente el próximo jueves 6 de mayo en Barcelona a las 12 horas.

En la carta remitida por Montilla, a la que tuvo acceso Servimedia, el dirigente catalán sostiene que el Tribunal Constitucional atraviesa una "crisis institucional" y reclama su "renovación", dado que cinco de los once magistrados tienen agotado su mandato, incluida la presidenta, María Emilia Casas.

Montilla asegura que es "inexcusable" cambiar la composición del Tribunal Constitucional, pese a reconocer que la actual "tiene legitimidad jurídica" para dictar sentencias que deben ser acatadas, aunque no se compartan.

Sin embargo, advierte de que "sin legitimidad moral y política, los tribunales pueden dictar sentencias, sí, pero pueden alejarse de la justicia y la imparcialidad, objetivos supremos ambos para cualquier tribunal que quiera actuar como un árbitro neutral".

Montilla asevera que "la situación actual es insostenible, perjudica a la institución, debilita su función y pudre la confianza entre la sociedad y las instituciones de nuestro sistema constitucional".

En su opinión, el Tribunal vive una situación de "extraordinaria excepcionalidad" que hace necesaria su renovación y sobre la que espera conversar la semana que viene con Rajoy cuando ambos se vean las caras el 6 de mayo.

"Nos jugamos mucho. Cataluña ha hablado, pactado y acordado lealmente y legalmente. El Estatuto es para la mayoría de los ciudadanos el símbolo de nustra dignidad colectiva y un pacto recíproco entre España y Cataluña, entre las instituciones catalanas y españolas, entre Cataluña y los pueblos de España. Romper los pactos siempre lesiona la confianza mutua", avisa".

En la respuesta que Rajoy ha remitido al presidente Montilla, subraya que "no comparte" la mayoría de los planteamientos de presidente catalán pero se muestra dispuesto a escucharle con "la mejor disposición" para "intercambiar nuestros puntos de vista con respeto y afán positivo, aún desde la discrepancia profunda" sobre algunas cuestiones.

Asimismo, le pide a Montilla que además de abordar la situación del Tribunal Constitucional la reunión también se aproveche para comentar la "grave situación económica" que afecta al conjunto de España pero también a los ciudadanos catalanes.