La hotelera subraya que ha logrado superar la primera mitad del año con beneficios, "pese a la persistencia de un entorno de severa contracción del PIB que se ha traducido ya en un claro deterioro de los indicadores turísticos".

"No obstante, la ligera estabilización que se observa, entendida como una reducción en los ritmos de caída de las principales variables macroeconómicas, se ha reflejado para la hotelera en una progresiva mejora de las ventas centralizadas durante el semestre", añade.

Por su parte, los ingresos de Sol Meliá entre enero y junio ascendieron a 544,9 millones de euros, un 11,9% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Asimismo, el beneficio bruto (Ebitda) descendió un 30,9% respecto al mismo periodo de cómputo, pasando de 124,3 millones a 85,9 millones de euros.

Según la hotelera, la crisis se ha reflejado especialmente en los hoteles urbanos, "debido a las restricciones en las políticas de viajes, incentivos y reuniones de las empresas".