Acnur registró entre el 20 de marzo y el 6 de mayo de este año al menos diez ataques del LRA en el sur de la provincia centroafricana de Haut-Mbomou, concretamente en las localidades de Mboki, Agoumar, Guerekindo, Bouete, Kitessa y Miskine.

En estos ataques murieron 36 personas, numerosas casas fueron incendiadas y unas 10.000 personas quedaron desarraigadas, mientras que otras 411 huyeron hacia la República Democrática del Congo.

Por otro lado, el mayor ataque del LRA en la República Democrática del Congo tuvo lugar entre el 22 y el 26 de febrero en Kpanga, localidad situada a unos 60 kilómetros al norte Niangara, al este del país, donde los rebeldes habrían asesinado a unas 100 personas.

En Sudán, los ataques del LRA se han centrado en las regiones de Equatoria Central y Occidental, situadas en la frontera con Uganda, la República Democrática del Congo y la República Centroafricana.

Acnur indicó que el LRA ha realizado nuevas incursiones violentas desde el pasado mes de agosto, que han obligado a la reubicación de los refugiados y al desplazamiento de la población local, y que han afectado seriamente las operaciones de asistencia humanitaria.

Apuntó que las bandas itinerantes de combatientes del LRA asaltan a menudo pueblos desprotegidos en zonas aisladas, cuyas carreteras y comunicaciones se encuentran en muy malas condiciones, por lo que algunas de las atrocidades que cometen no se llegan a conocer durante mucho tiempo.