Así se pronunció Montero en una rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados, en la que incidió en la necesidad de que el Govern y el Gobierno central dialoguen para establecer las condiciones que permitan abrir una “vía de entendimiento”.

A su juicio, lo razonable es que “hoy mismo” el Gobierno se avenga a pactar un referéndum “con garantías y con todas las opciones” para encontrar el encaje de Cataluña en el conjunto del Estado.

Rechazó que se produzcan “apelaciones genéricas” al diálogo, la Constitución y al Estado de Derecho y se omita la utilización del diálogo para solventar la crisis territorial en España.

Aseveró que actualmente “no hay legitimidad jurídica” para una declaración unilateral de la independencia de Cataluña ni “mucho menos” para que “ninguna institución ni quien se crea demócrata” suspenda derechos y deberes fundamentales a partir de la aplicación de los artículos 155 (que permite la asunción de competencias autonómicas) y 116 (que regula la aplicación de los estados de alarma, excepción y de sitio) de la Constitución.

A su vez, reclamó al PP que abandone la “línea de confrontación, represión y violencia” y le exigió que “no eche más leña al fuego” con declaraciones incendiarias al respecto del desafío independentista.

Del mismo modo, solicitó al PSOE que abandone la “ambigüedad” y el “apoyo velado” al PP en su “ataque” a los derechos y libertades fundamentales.

Colocó en "el mismo pack” al PP, Cs, Vox y Falange e hizo una cerrada defensa de la democracia, ya que, a su juicio, es “espeluznante” observar cómo en España hay gente que grita “consignas nazis” y realiza el saludo fascista.

Esto le permitió fiar la solución al conflicto catalán a la salida de Mariano Rajoy del Gobierno, cuyo partido, el PP, la Fiscalía Anticorrupción ayer “dio por acreditado” que es una “banda de saqueadores” y de “corruptos”.

Por último, saludó las manifestaciones que tuvieron lugar el pasado sábado pidiendo diálogo para afrontar el desafío independentista y reiteró que “la estrategia de la represión y de enterrar la política no es la solución".