En nombre de Amber, el consejero Joseph Oughourlian acusó a Cebrián de haber hecho una gestión “no solo mala, sino pésima”, y pese a ello, ahora se va a llevar un bono de más de “seis millones de euros” y seguirá de presidente de una nueva fundación para vigilar la línea editorial de ‘El País’, como si no hubiera nadie más adecuado para ello. “El cáncer de esta compañía ha sido el exceso de personalismo”, afirmó.

Cebrián le respondió en términos igualmente duros. Lamentó que en el grupo hayan entrado “fondos buitre” “que se dedican a romper activos y a destruir equipos” en las compañías, amenazando además la situación financiera del grupo, que ahora, avisó, es “dramática”.

El presidente saliente de Prisa criticó las filtraciones que se han producido de las deliberaciones del Consejo de Administración y anunció que piensa emprender acciones. “Al ver esta Junta, comprenderán por qué pedí hace tiempo marcharme”, señaló.

Roberto Alcántara, como portavoz de un grupo de accionistas mexicanos, criticó los intentos de vender la editorial Santillana y la ampliación de 450 millones de euros en el capital. "Entiendo la disconformidad manifestada", afirmó. Aquí no hay especuladores ni aventureros", agregó, en respuesta a las quejas de Cebrián. "Somos inversores y nuestro negocio es legítimo". Alcántara también mostró su preocupación por que se pueda ahora crear una fundación "para Juan Luis Cebrián".

Accionistas representantes de los trabajadores tambien tomaron la palabra para afear a Cebrián que ahora ataque a los "fondos buitre", a los que dio entrada hace años en la compañía después de una mala gestión. También le reprocharon que se lleve “más de seis millones de euros” en su despedida, sin importarle el cierre de la imprenta de ‘El País’, cuyos trabajadores se manifestaron este mediodía ante la Casa de América, donde se reunió la Junta de Accionistas.