Esa cifra n sólo es un 38,5 por ciento superior a la del mismo periodo de 1992, sino que carece de precedente en las estadísticas habituales del citado departamento, que se remontan hasta 1977.

Además, la última información disponible, correspondiente al mes de agosto, no permite vaticinar una mejoría en este terreno, ya que los expedientes de extinción de empleo afectaron a 8.054 personas, un 53 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Aún más llamativa resulta la negativa evolución d los expedientes de regulación de empleo en su conjunto, incluyendo además de los despidos colectivos los de suspensión temporal de empleo y la de reducción de la jornada habitual de trabajo.

En los ocho primeros meses del año se vieron inmersos en ellos 357.358 trabajadores, más que en todo el año 1992, a pesar de que éste ya había sido el peor ejercicio desde 1986.

Destacan, sobre todo, los 251.915 afectados por expedientes de suspensión temporal de empleo, de los que la tercera parte prestabansus servicios en compañías de automóviles o empresas auxiliares de la automoción.

A ellos hay que sumar los 76.453 afectados por despidos colectivos, con el citado incremento del 38,5 por cien, y 37.090 incluidos en expedientes de reducción de la jornada de trabajo habitual (casi el triple que en el mismo periodo del 92).

En el caso de los despidos colectivos, algo más de dos terceras partes del total se presentaron a la autoridad laboral tras pactarse sus términos entre las direcciones de las emresas y los representantes de los trabajadores.

El 42 por ciento de los trabajadores comprendidos en estos expedientes prestaban sus servicios en empresas de menos de 25 trabajadores, que son aquellas en las que el Gobierno entiende que es más necesario liberalizar las trabas administrativas para su aprobación.

LAS CAUSAS

En cuanto a las causas de los expedientes autorizados por la Administración hasta agosto, las empresas adujeron en seis de cada diez casos problemas de financiación o de restrcción de demanda.

En conjunto, los sectores más afectados por regulaciones de empleo son, tras el de automoción, los del textil, construcción naval y otro material de transporte, construcción de maquinaria eléctrica o mecánica, las industrias metálicas y las de papel y artes gráficas.

Por comunidades, sólo se dispone de datos para el periodo enero-julio, según los cuales Cataluña tuvo 74.149 regulados, casi el cuadruple que en los siete primeros meses del año pasado, y además 20.832 fueron despeddos.

Las regulaciones de empleo sólo disminuyeron en Murcia, mientras que en el resto se situaron en las siguientes cifras: Andalucía (21.842), Aragón (9.133), Asturias (11.948), Baleares (1.668), Canarias (1.909), Castilla La Mancha (6.011), Castilla y León (33.988), Comunidad Valenciana (24.139), Extremadura (935), Galicia (27.273), Madrid (29.184), Murcia (2.652), Navarra (17.204), La Rioja (1.008), y Ceuta y Melilla (142).