La periodista Lidia Cacho alerta del retroceso en los derechos de la mujer

MADRID
SERVIMEDIA

La libertad de la mujer ha sufrido un claro retroceso durante los últimos años, según declaró a Servimedia la periodista y activista mexicana Lidia Cacho, que ha visitado Madrid para presentar su nuevo libro, “Esclavas del poder”.

A su juicio, esto es resultado “de una hipersexualización de la sociedad que refuerza los roles machistas” y que de forma indirecta legitima la trata y a las redes que se lucran con ella.

Así lo ha comprobado Cacho tras cinco años de trabajo siguiendo las rutas del tráfico de mujeres en los cinco continentes, en los que se ha entrevistado con víctimas, mafiosos, policías, activistas que ayudan a las mujeres y empresarios.

La explotación sexual es un problema mundial que ha crecido con la globalización, apuntó, y además tras él subyace un trasfondo cultural machista contra el que no se hace nada.

Es más, la escritora mexicana asegura que “en los últimos años asistimos a un retroceso muy importante en la liberación de la mujer”, que "desde los 10 años empieza a ser bombardeada con el mensaje de que para conseguir lo que quiere debe pasar por una hipersexualización”.

“En los 60 cuestionamos que los papeles de la mujer se limitasen al de monja, madre o prostituta, y ahora, bajo un discurso sobre la libertad sexual totalmente absurdo, parece que las mujeres tienen que comportarse como tales prostitutas o al menos aparentarlo”, declaró.

LA SOCIEDAD, VÍCTIMA

Cacho señaló que se trata de un proceso del que es víctima toda la sociedad (tampoco se escapan los niños), que además de fomentar los casos de anorexia y bulimia en personas de ambos sexos “refuerza los roles tradicionales masculino y femenino y reduce a las personas a objetos”.

Sin embargo, prosiguió, “culpar solo a los medios de comunicación sería muy reduccionista, pues tras estos existen personas concretas que toman las decisiones”.

Asimismo, criticó que “en las familias no se discute el tema de la explotación sexual”, ni tampoco se aborda con los hijos “la apropiación de la identidad sexual femenina y masculina, ni del erotismo”.

Por ello, defendió un enfoque integral para perseguir a las redes de trata, que más allá de actuar policialmente comprenda “un proceso educativo y resocializador”.

El debate sobre la prostitución, que en su opinión está lleno de prejuicios, medias verdades y grandes mentiras, “debería situarse en términos éticos” y ser considerado como algo que “nos puede afectar a todos”.

“Ninguna madre quiere que su hija se prostituya”, pero para acabar con esto “deberíamos pensar en todas las mujeres como nuestras hijas o hermanas”, concluyó Cacho.

(SERVIMEDIA)
13 Jun 2010
AGQ/caa