La Policía desarticula una red de estafa que vendía vehículos comerciales como turismos

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha detenido a catorce personas como presuntas autoras de delitos de asociación ilícita, estafa y falsedad documental. Formaban un grupo especializado en transformar vehículos comerciales –adaptados para dos plazas- para venderlos como turismos, obteniendo así importantes beneficios.

Adquirían los automóviles a bajo precio en subastas o a empresas de renting y cambiaban su configuración y kilometraje ofertándolos a precios muy competitivos. El número de compradores afectados asciende a más de cien. Contaban con la colaboración de una gestoría y la connivencia de empleados de una estación de ITV.

La investigación comenzó el pasado mes de febrero, cuando los agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Distrito de Hortaleza se percataron de una presunta estafa en la compraventa de un turismo tramitada en una gestoría de Madrid.

A partir de ese momento, se iniciaron las primeras pesquisas que permitieron averiguar que la operación había sido realizada por miembros de un grupo dedicado a adquirir vehículos destinados a uso comercial, a bajo precio, para transformarlos en turismos y venderlos a particulares con precios muy competitivos.

Una vez tenían los coches en su poder habilitaban un asiento para tres personas en la parte trasera y ponían las ventanillas en la parte posterior, con lo que los vehículos pasaban de ser furgones a convertirse en “turismos”. También manipulaban los cuentakilómetros para reducir el elevado número de kilómetros que estos habían rodado y alteraban la tarjeta de inspección técnica.

Posteriormente, los detenidos publicitaban los “turismos” para su venta en páginas de Internet a un precio altamente competitivo y atractivo, con el fin de venderlos rápidamente.

Las transferencias de los automóviles las realizaba una gestoría que incumplía la legislación falseando los justificantes profesionales, induciendo de este modo a error a los compradores, haciéndoles creer que adquirían un turismo. El grupo contaba además con la connivencia de empleados de una estación de Inspección Técnica de Vehículos que falsificaban la documentación de los coches.

Otro inconveniente con el que se encontraban los compradores era que las compañías de seguros no aseguraban sus nuevos turismos. En algunos casos sí eran asegurados pero posteriormente, en cuanto se daban cuenta de la irregularidad que presentaban, no cubrían la asistencia reflejada en el contrato de seguro, puesto que el vehículo no era apto para ser un turismo de cinco plazas.

(SERVIMEDIA)
21 Jun 2010
PAI