Según informó el PP valenciano, Clemente se refería así a la posibilidad de que Joaquim Puig aliente un proceso de primarias en el PSPV para elegir candidato a la Generalitat.

De acuerdo con el dirigente popular, en el partido de Alarte “nada es lo que parece y el apoyo que recibió hace dos años para convertirse en secretario general ha sido una mentira que va a tener su final en septiembre”.

En esta tesitura, criticó sus “esfuerzos” por lograr el apoyo de los respectivos aparatos de Ferraz y Blanquerías y, a su juicio, haberse “vendido a las órdenes de cualquier que le pudiera garantizar algún apoyo”.

En esta supuesta estrategia, agregó Clemente, enmarcó su alianza con los ediles tránsfugas de Benidorm, "con el único objetivo de conseguir el beneplácito de la número tres del PSOE, Leire Pajín”.

También resaltó la “ignorancia del líder socialista respecto a lo que se maquinaba en el seno de su propio partido” y que “haya obviado todas las señales que apuntaban a que desde todos los flancos se estaba intentando moverle la silla”, cuando “hasta el PPCV le ha advertido”.

“Alarte ha vivido sus dos años como secretario general a dos metros sobre el suelo, abundó, "sin querer ver la realidad de un partido dividido y trabajando únicamente para construir algún pilar sólido sobre el que mantenerse en lo alto del PSPV, en lugar de defender los intereses de los valencianos ante el Gobierno socialista”.

Según la versión de Clemente, “han tenido que ser sus compañeros los que den un golpe en la mesa ante el desastre electoral que auguran las encuestas para Alarte”, ya que “ni el 19% de los valencianos optarían por él como jefe del Consell y más del 50% de los votantes del PSPV no lo quieren como presidente”.