En una rueda de prensa celebrada en la sede de la Conferencia Episcopal, monseñor Asenjo precisó que los obispos acogen esta decisión "sin gran triunfalismo", y añadió que la circunstancia de que la propuesta socialista fuera rechazada por un solo voto pone de manifiesto "la gran desorientación moral por la que atraviesa nuestra socedad", por lo que "el peligro sigue ahí".

El prelado respondió a las críticas a la campaña de la Iglesia contra el aborto señalando que "sólo se nos hubiera podido reprochar el no decantarnos sobre este asunto".

El portavoz de la Conferencia Episcopal dio lectura al siguiente comunicado:

1- Los obispos hemos conocido con satisfacción, alivio y esperanza el resultado de la votación celebrada esta tarde en el Congreso de los Diputados acerca de las tres proposiciones de ley que defendían la amliación de la ley del aborto a un cuarto supuesto.

2- Consideramos esta votación como un logro a favor de los derechos humanos de los más débiles, como es el ser humano concebido y no nacido.

3- El hecho de que la votación se haya resuelto por un sólo voto de diferencia expresa la gran responsabilidad y el mérito de cada uno de los sufragios emitidos esta tarde en pro de la vida.

4- Los obispos valoramos altamente el apoyo prestado a tan noble causa por cuantos con su palabra, sus escritos y sobre todo, con su oración al Señor han contribuido a esta nueva apuesta por la dignidad de la persona humana.

5- La Conferencia Episcopal Española es consciente de la desorientación moral que existe en amplios sectores de nuestra sociedad y, por tanto, de la necesidad de promover una verdadera cultura de la vida, a la que tan reiteradamente nos invita Juan Pablo II.

6- Pensamos, asimismo, que es preciso suscitar iniciativas de carácter social de ayuda a las mujeres que pueden sentirse en la tenación de recurrir al aborto para resolver sus dificultades.

7- Los obispos españoles experimentamos en este momento una gran paz de conciencia por lo que consideramos un deber pastoral cumplido, y esperamos que la votación parlamentaria de esta tarde abra nuevos caminos para que nuestra sociedad y sus representantes sigan haciendo suyos los grandes valores inherentes a la dignidad sagrada de toda vida, desde el seno materno hasta su ocaso natural.