Dana
Acción Contra el Hambre afirma que aún sigue trabajando en la zona de la dana y alerta: “Esto puede volver a pasar”
- La ONG precisa que "los sistemas de alerta temprana salvan vidas" y que "la preparación no es un lujo, sino una necesidad"
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La ONG Acción Contra el hambre comunicó hoy que un año después de la dana sigue trabajando en la zona afectada, y emitió recomendaciones "para que la tragedia no se repita", pues "esto puede volver a pasar", y alertó de que "los sistemas de alerta temprana salvan vidas y la preparación no es un lujo, sino una necesidad".
Acción contra el Hambre divulgó este miércoles un "informe detallado sobre su intervención en la emergencia de la dana", y al tiempo lanzó "una reflexión más urgente: ¿Qué puede hacerse para evitar que algo así vuelva a ocurrir?".
Acción contra el Hambre explicó que "fue la primera vez que esta organización tuvo que desplegarse en territorio español". “He participado en más de 30 emergencias humanitarias en todo el mundo, la mayoría provocadas por desastres naturales como terremotos, huracanes o inundaciones. Mucho de lo que aprendimos en esos contextos lo hemos podido aplicar en esta emergencia. Fuimos una de las primeras organizaciones en llegar a la zona cero y, un año después, seguimos allí”, recordó la responsable del equipo de emergencias de la organización, Noelia Monge.
Por esta razón, y ante la posibilidad de que se repitan fenómenos extremos meteorológicos como la dana que asoló la provincia de Valencia hace un año, el informe hace hincapié en que "la preparación no es un lujo, sino una necesidad".
"Tras las lecciones aprendidas durante la dana y posteriormente", el informe de Acción Contra el Hambre destaca varias recomendaciones generales: "Prepararse es responder con mapas claros, diagnósticos completos y escenarios realistas; además, las alertas deben ser claras y prácticas, no solo avisos, también instrucciones, y deben acompañarse por simulacros periódicos que involucren de forma general a la ciudadanía". Además, el informe indica que "la coordinación lo cambia todo: protocolos definidos, unidades locales y colaboración público-privada".
La ONG recordó que, "según las Naciones Unidas, los sistemas de alerta temprana (SATs) pueden reducir hasta en un 30% el impacto de fenómenos extremos". "Por eso, las Naciones Unidas ha fijado el objetivo de que en 2027 todas las personas del planeta estén protegidas mediante sistemas eficaces de alerta temprana. La inversión prevista es de 3.100 millones de dólares en cinco años, lo que equivale a apenas 50 céntimos por persona y año", añadió la organización.
Esta ONG recomendó que "se actualicen los mapas de inundación", que se empleen "índices de vulnerabilidad que incluyan factores sociales y económicos" y que "se refuerce la colaboración entre instituciones, en especial aquellas de carácter científico y académico". “Los escenarios de riesgo deben actualizarse de manera periódica, y ser comprensibles para autoridades y ciudadanía”, subrayó Noelia Monge.
“La dana nos enseñó que las alertas tempranas salvan vidas, pero solo si detrás hay un proceso claro: quién monitorea, con qué frecuencia, qué indicadores se usan y qué umbrales activan una acción”, apuntó Monge.
"Es importante implementar un intercambio de datos mucho más ágil entre la Aemet, confederaciones hidrográficas, Protección Civil y municipios, además de fomentar entre la ciudadanía una cultura de seguimiento directo de indicadores de riesgo a través de fuentes de información rigurosas y actualizadas permanentemente", recomienda el citado informe.
La responsable de emergencias de Acción contra el Hambre añadió que “de la dana aprendimos también que cada alerta debe ir acompañada de pautas prácticas: qué hacer, dónde refugiarse, qué ruta tomar". Insistió en la importancia de "realizar campañas educativas y simulacros periódicos con población, escuelas y empresas" y además "capacitar a autoridades locales y cuerpos de emergencia en interpretación de alertas”.
Por último, el citado estudio recomienda "tener protocolos claros por fases, qué hacemos en las primeras 24, 48 o 72 horas", pues "contar con unidades municipales de emergencia y coordinarse entre instituciones y con el sector privado marca la diferencia en el terreno".
"La coordinación es determinante. Cuando los roles y recursos están definidos, la respuesta es más rápida y más eficaz”, concluyó Monge.
(SERVIMEDIA)
29 Oct 2025
EDU/clc


