La disolución del consejo, adoptada para evitar la entrada en él de los representantes de la empresa constructora Lain, que cuenta con el 33,3 por ciento de las acciones, fue impugnada por los representantes de dicha compañía.

La lucha por el control de HASAse inició después de que Lain comprara el paquete de acciones del grupo italiano Fiat-Impresit y reclamara su presencia en la dirección del "holding", que posee el 56 por ciento de la constructora Huarte.

Fuentes de Lain señalaron a Servimedia que la supresión del consejo "supone un grave perjuicio para la gestión de la compañía". A su juicio, "la solución a los graves problemas de HASA en ningún caso pueden estar en manos de los miles de millones de pérdidas sufridas por las compañías en el último ejrcicio".

Las mismas fuentes señalaron que los representantes de Fiat en el consejo de administración de HASA no firmaron las cuentas correspondientes a 1992 por no disponer de ellas, "al negarse HASA a proporcionárselas".

Un portavoz de Lain señaló que la actuación de los actuales gestores de HASA "es patética, pierden miles de millones, se niegan a entregar las cuentas de la compañía y, además, se autonombran administradores únicos para no tener que dar explicaciones a nadie".