LAS ACTIVIDADES MILITARES PROVOCAN CASI EL 6 POR CIENTO DE LAS EMISIONES MUNDIALES DE CO2

MADRID
SERVIMEDIA

La quema del combustible utilizado en las actividades militres provoca la emisión de entre 150 y 300 millones de toneladas de CO2, causante del cambio climático, lo que equivale a una proporción que oscila entre el 3 y el 6 por ciento del total mundial, según un informe elaborado por Juan Gallego, presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (Coda).

El documento, publicado en el último número de la revista "Ecología y sociedad", destaca la contaminación y elevado consumo de recursos que generan las actividades militares, que además de ontribuir significativamente al cambio climático, inciden de forma importante en la destrucción de la capa de ozono.

Estados Unidos, el país que mejor ha estudiado los efectos de la acción de las fuerzas armadas sobre el medio ambiente, destina tres cuartas partes del Halón-1211 y casi la mitad del CFC-113, destructores de la capa de ozono, al consumo militar.

Asimismo, los sistemas antiincendios de tanques y vehículos de combate deben ser probados con halones y muchos sistemas de alta tecnología como los que evitan que los aviones sean detectados, llevan compuestos altamente nocivos para el ozono.

En el caso del armamento nuclear, la situación es incluso más preocupante. Juan Gallego destaca que en la actualidad ya se conocen más de 230 accidentes relacionados con la tecnología militar nuclear, a pesar del secretismo que suele envolver estos sucesos.

En EE.UU. existen más de 14.000 puntos de elevada contaminación debido a actividades militares y la mayor parte de sus 375 bases en el extanjero tienen graves problemas de toxicidad, según el informe.

A estos datos habría que unir el empleo que las distintas potencias hacen del mar, a menudo convertido en vertedero de residuos tóxicos o en "autopista" de barcos y submarinos militares.

RECURSOS NATURALES PARA FINES BELICOS

Respecto al elevado consumo de recursos naturales, el autor del informe indica que el 11 por ciento del cobre mundial y el 9 por ciento del hierro es utilizado con fines militares. Esta situación contrasta con l que sufren los países más pobres del planeta, ya que en el caso de muchos materiales la proporción dedicada a objetivos bélicos es mayor que la demandada por los estados del Tercer Mundo.

Un tanque gasta más de 40 litros de gasolina por kilómetro, un bombardero 13.000 litros por hora y un F-15 a presión máxima alrededor de 900 por minuto. Con el coste de un solo submarino se financiaría la educación de más de 200 millones de niños o la reforestación de 13 millones de hectáreas.

El documento subrya que el empleo directo de suelo para usos militares puede oscilar entre dos y tres veces el tamaño de la Península Ibérica, es decir, más de un millón de kilómetros cuadrados. En la mayor parte de los casos, el territorio coincide con lugares de alto valor ecológico, como ocurre en España con áreas como Cabañeros y Anchuras.

(SERVIMEDIA)
17 Ene 1994
GJA