La organización ecologista ha pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) información sobre el posible surgimiento de fisuras en la parte inferior de la vasija de la central nuclear, así como el inicio de una inspección en esta zona de la planta nuclear.

Los análisis realizados hasta la fecha se han centrado fundamentalmente en los tubos de la tapa de la vasija, donde han aparecido alrededor de 200 grietas. Sin embargo, Aedenat cree que también pdrían existir anomalías en los 20 tubos situados en la parte inferior de la vasija.

Aedenat mantiene que las condiciones de presión, temperatura y flujos de líquido refrigerante y de potencia a que están sometidas las penetraciones de la parte inferior, difieren poco de las que presentan los tubos de la tapa de la vasija.

Los ecologistas trasladaron estas inquietudes al presidente del CSN, Donato Fuejo, durante una entrevista que mantuvieron con él el pasado martes.

Según la organización conervacionista, la aparición de grietas en la parte inferior de la vasija provocaría que la sustitución de la tapa resultara insuficiente para que la central pudiera seguir funcionando.

Sin embargo, el cambio total de la vasija tampoco es posible, "porque implicaría el desmantelamiento completo del núcleo de la central".

Además, Aedenat considera "inadmisible" la reparación "in situ" de las partes dañadas, puesto que la probabilidad de que los soldadores cometan errores es inmensa, dada la tensiónque estarían sometidos al trabajar en un ambiente radiactivo y dado el enorme número de soldaduras que deberían realizar"