Este nuevo esquema contempla a su vez otras dos áreas, una para el apoyo a la dirección general con el fin de garantizar el funcionamiento coordinado de Aena como entidad pública empresarial, y otra dedicada a reforzar el enfoque en actuaciones de infraestructuras aereoportuarias de gran relevancia, así como garantizar el impulso de la planificación de infraestructuras, especialmente de los planes directores de los aeropuertos.

Aena pretende con esta nueva estructura diferenciar desde un punto de vista organizativo la Dirección de Aeropuertos y de Navegación Aérea, aumentando su capacidad de gestión y favoreciendo su especialización y asignación de responsabilidades, así como los procesos de toma de decisiones.

En lo que se refiere a la Dirección de Aeropuertos, el objetivo es dotarla de las funciones de recursos humanos, económicos, de contratación y desarrollo de infraestructuras, potenciar las actividades comerciales, arupar las funciones de medio ambiente, calidad y seguridad de sus instalaciones, así como otras actualmente disgregadas y fuera del ámbito organizativo de aeropuertos, y mejorar la gestión y la coordinación de las operaciones y el apoyo de la red aeroportuaria.

En cuanto a la Dirección de Navegación Aérea, se completará el proceso de transferencias pendientes (recursos humanos y económicos) y se procederá a la separación y clarificación de las actividades de línea u operativas de las que son de normatva y planificación, prestando especial atención a la coordinación de las direcciones regionales de Navegación Aérea.