Salud

Las agencias mundiales de salud lanzan pautas para evitar 45.000 muertes anuales por hemorragia posparto

MADRID
SERVIMEDIA

Las principales agencias mundiales de salud reproductiva lanzaron este domingo nuevas recomendaciones para ayudara poner fin a las muertes por hemorragia posparto, como una detección más temprana y una intervención más rápida para salvar la vida de decenas de miles de mujeres cada año.

Las directrices fueron publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y la Confederación Internacional de Matronas (ICM, por sus siglas en inglés).

Las directrices, que incluyen 51 recomendaciones, introducen nuevos criterios objetivos para prevenir, diagnosticar y tratar la hemorragia posparto, basados en el estudio más grande de este tema hasta la fecha, publicado también este domingo en la revista ‘The Lancet’.

Definida como sangrado excesivo después del parto, la hemorragia posparto afecta a millones de mujeres anualmente y causa casi 45.000 muertes, lo que la convierte en una de las principales causas de mortalidad materna en el mundo.

Incluso cuando no es fatal, puede provocar impactos en la salud física y mental de por vida, desde daños importantes en los órganos hasta histerectomías, ansiedad y trauma.

"La hemorragia posparto es la complicación más peligrosa del parto, ya que puede escalar con una velocidad alarmante. Si bien no siempre es predecible, las muertes se pueden prevenir con la atención adecuada", según Jeremy Farrar, subdirector general de Promoción de la Salud y Prevención y Atención de Enfermedades de la OMS.

Farrar añadió que las nuevas pautas están diseñadas para “maximizar el impacto donde la carga es más alta y los recursos son más limitados, lo que ayuda a garantizar que más mujeres sobrevivan al parto y puedan regresar a casa de manera segura con sus familias".

ACCIÓN RÁPIDA

Muchos casos de hemorragia posparto ocurren sin factores de riesgo identificables, lo que significa que la detección temprana y la respuesta rápida son fundamentales. Sin embargo, en muchos entornos, especialmente donde los recursos sanitarios y las salas de parto están sobrecargados, los retrasos en el tratamiento tienen consecuencias devastadoras.

Por lo general, la hemorragia posparto se ha diagnosticado como una pérdida de sangre de 500 mililitros o más. Ahora también se aconseja a los médicos que actúen cuando la pérdida de sangre alcance los 300 mililitros y se hayan observado signos vitales anormales.

Para diagnosticarla de forma temprana, se recomienda a los médicos y parteras que monitoreen de cerca a las mujeres tras el parto y usen paños calibrados, dispositivos simples que recolectan y cuantifican con precisión la sangre perdida, con el fin de que puedan actuar inmediatamente cuando se cumplan los criterios.

Las directrices recomiendan el despliegue inmediato de un paquete de acciones una vez que se haya diagnosticado, como masaje del útero, medicamentos xitócicos para estimular las contracciones, ácido tranexámico para reducir el sangrado y examen del tracto genital y vascular.

En casos raros en los que el sangrado continúe, las pautas también recomiendan intervenciones efectivas como cirugía o transfusión de sangre con el fin de estabilizar de manera segura la condición de una mujer hasta que haya más tratamiento disponible.

Las directrices enfatizan la importancia de una buena atención prenatal y posnatal para mitigar factores de riesgo críticos como la anemia, que es muy prevalente en los países de ingresos bajos y medianos.

La anemia aumenta la probabilidad de hemorragia posparto y empeora los resultados si ocurre. Las recomendaciones para las madres anémicas incluyen hierro y folato orales diarios durante el embarazo y transfusiones de hierro intravenosas cuando se necesita una corrección rápida.

(SERVIMEDIA)
05 Oct 2025
MGR/pai