Crisis climática

El agua escaseará para un tercio de la población del sur de Europa por el cambio climático

- Más incendios, muertes por calor y daños por inundaciones costeras en el continente, según el IPCC

- La crisis climática amenaza el bienestar humano y la salud del planeta

MADRID
SERVIMEDIA

El calentamiento global proyecta sobre Europa cuatro riesgos principales, entre ellos más muertes y personas con estrés por calor, pérdidas agrícolas en la mayoría de las zonas e incremento de incendios, escasez de agua para la población del sur del continente y un aumento de los daños por inundaciones costeras.

Así se indica en la segunda entrega del Sexto Informe de Evaluación del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático), titulado ‘Cambio climático 2022: impactos, adaptación y vulnerabilidad’, y elaborada por 270 autores del Grupo de Trabajo II.

Este documento, dado a conocer este lunes, fue aprobado este domingo por 195 gobiernos a través de una sesión virtual del IPCC iniciada el pasado 14 de febrero.

“Este informe es una grave advertencia sobre las consecuencias de la inacción”, apuntó el presidente del IPCC, Hoesung Lee, quien añadió: “Muestra que el cambio climático es una amenaza grave y creciente para nuestro bienestar y un planeta saludable. Nuestras acciones de hoy darán forma a cómo las personas se adaptan y la naturaleza responde a los crecientes riesgos climáticos”.

El calentamiento global inducido por los seres humanos provoca “alteraciones peligrosas y generalizadas en la naturaleza” y afecta a la vida de miles de millones de personas en todo el mundo, pese a los esfuerzos por reducir sus riesgos, según el informe. Las personas y los ecosistemas menos capaces de afrontarlo son los más perjudicados.

EUROPA

El IPCC indica que el actual calentamiento global de 1,1ºC más respecto a la era preindustrial “ya está afectando a los sistemas naturales y humanos en Europa” y que “los impactos combinados de las sequías y las olas de calor se han vuelto más frecuentes”, sobre todo en el sur del continente.

Los científicos han identificado cuatro riesgos climáticos para Europa. Así, más de un tercio de la población del sur del continente estará expuesto a escasez de agua con un calentamiento de 2ºC y ese riesgo aumentará “considerablemente” en el sur y el centro occidental si las temperaturas suben 3ºC más en comparación con los niveles preindustriales.

Además, el número de muertes y de personas en riesgo de estrés por calor aumentará entre dos y tres veces con un calentamiento global de 3ºC en comparación con 1,5ºC, y por encima de 2ºC disminuirá el hábitat adecuado para los ecosistemas terrestres y marinos. “Se prevé que las áreas propensas a incendios se expandan por toda Europa, amenazando la biodiversidad y los sumideros de carbono”, apunta el informe, recogido por Servimedia.

Otro riesgo climático es que habrá más pérdidas agrícolas en la mayoría del continente durante este siglo, que no se compensarán con los mejores rendimientos en el norte de Europa. Así, el riesgo estará cada vez más limitado por la mejor disponibilidad de agua con un calentamiento superior a 3ºC.

Los costes de daños y personas afectadas por las lluvias y las inundaciones de los ríos podrían duplicarse con un calentamiento global de 3ºC o más. Los daños por inundaciones costeras se multiplicarán al menos por 10 a finales de este siglo y el aumento del nivel del mar supondrá una amenaza existencial para comunidades costeras y su patrimonio cultural después de 2100.

Para paliar estos riesgos climáticos futuros, el IPCC propone opciones de adaptación, como mejoras en la eficiencia, reutilización y sistemas de alerta temprana (escasez de agua); construir espacios que gestionen los riesgos de calor y restaurar, ampliar y conectar áreas protegidas (calor); cambios en las prácticas agrícolas y rotación de cultivos (agricultura), y sistemas de alerta temprana, sedimentos u opciones basadas en ingeniería (inundaciones).

ACCIÓN URGENTE

Por otro lado, el IPCC subraya que el mundo se enfrenta a múltiples peligros climáticos inevitables durante las próximas dos décadas con un calentamiento global de 1,5°C. Incluso superar temporalmente este nivel de calentamiento dará como resultado impactos severos adicionales, algunos de los cuales serán irreversibles. Los riesgos para la sociedad aumentarán, incluso para la infraestructura y los asentamientos costeros bajos.

El informe apunta que el aumento de las olas de calor, las sequías y las inundaciones ya están superando los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, provocando mortalidades masivas en especies como árboles y corales. Estos extremos climáticos están ocurriendo simultáneamente y causan impactos en cascada cada vez más difíciles de manejar. Entre 3.300 y 3.600 millones de personas viven en situaciones altamente vulnerables al cambio climático.

De hecho, han expuesto a millones de personas a una aguda inseguridad alimentaria y de agua, especialmente en África, Asia, América Central y del Sur, en islas pequeñas y en el Ártico.

Además, las extinciones de poblaciones locales causadas por el clima han sido generalizadas entre las plantas y los animales, detectadas en un 47% de las 976 especies examinadas y asociadas con aumentos en las temperaturas anuales más altas.

En cuanto a las especies endémicas y en todos los escenarios climáticos y periodos de tiempo evaluados, están en peligro de extinción por el cambio climático el 100% en las islas, el 84% en las montañas, el 54% en los océanos y los mares (especialmente el Mediterráneo) y un 12% en los continentes.

Para evitar una creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, se requiere una acción ambiciosa y acelerada para adaptarse al cambio climático, así como reducciones rápidas y profundas en las emisiones de gases de efecto invernadero. Hasta ahora, el progreso en la adaptación es desigual y hay brechas cada vez mayores entre las medidas tomadas y lo que se necesita para hacer frente a los riesgos crecientes, según el nuevo informe. Estas brechas son mayores entre las poblaciones de bajos ingresos.

“Este informe reconoce la interdependencia del clima, la biodiversidad y las personas e integra las ciencias naturales, sociales y económicas con más fuerza que las evaluaciones anteriores del IPCC”, indicó Hoesung Lee, quien agregó: “Enfatiza la urgencia de una acción inmediata y más ambiciosa para abordar los riesgos climáticos. Las medias tintas ya no son una opción”.

FORTALECERE LA NATURALEZA

El trabajo señala que hay opciones para adaptarse a un clima cambiante y proporciona nuevos conocimientos sobre el potencial de la naturaleza no solo para reducir los riesgos climáticos, sino también para mejorar la vida de las personas.

“Los ecosistemas saludables son más resistentes al cambio climático y brindan servicios críticos para la vida, como alimentos y agua limpia”, recalcó Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de trabajo II del IPCC, quien agregó: “Al restaurar los ecosistemas degradados y conservar de manera efectiva y equitativa del 30 al 50% de los hábitats terrestres, de agua dulce y oceánicos de la Tierra, la sociedad puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y podemos acelerar el progreso hacia el desarrollo sostenible. El apoyo es esencial”.

Los científicos señalan que el cambio climático interactúa con tendencias globales como el uso insostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las desigualdades sociales, las pérdidas y daños por eventos extremos y una pandemia, que ponen en peligro el desarrollo futuro.

“Nuestra evaluación muestra claramente que abordar todos estos desafíos diferentes involucra a todos (gobiernos, sector privado, sociedad civil) trabajando juntos para priorizar la reducción de riesgos, así como la equidad y la justicia, en la toma de decisiones y la inversión”, dijo Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.

CIUDADES

El informe proporciona una evaluación detallada de los impactos, los riesgos y la adaptación del cambio climático en las ciudades, donde vive más de la mitad de la población mundial. La salud, la vida y los medios de subsistencia de las personas, así como la propiedad y la infraestructura crítica, incluidos los sistemas de energía y transporte, están siendo cada vez más afectados por olas de calor, tormentas, sequías e inundaciones, así como por cambios lentos, incluido el aumento del nivel del mar.

Roberts indicó que “la creciente urbanización y el cambio climático crean riesgos complejos, especialmente para aquellas ciudades que ya experimentan un crecimiento urbano mal planificado, altos niveles de pobreza y desempleo, y falta de servicios básicos”.

“Pero las ciudades también ofrecen oportunidades para la acción climática: los edificios ecológicos, el suministro confiable de agua limpia y energía renovable, y los sistemas de transporte sostenibles que conectan las áreas urbanas y rurales pueden conducir a una sociedad más inclusiva y justa”, apostilló.

Por otra parte, el informe incluye una amplia información regional para permitir un desarrollo resiliente al clima, que ya es un desafío en los actuales niveles de aumento de temperaturas. Será más limitado si el calentamiento global supera los 1,5°C respecto a la era preindustrial. En algunas regiones será imposible si rebasa los 2°C. Este hallazgo clave subraya la urgencia de la acción climática, centrándose en la equidad y la justicia. La financiación adecuada, la transferencia de tecnología, el compromiso político y la asociación conducen a una adaptación al cambio climático y reducciones más eficaces de emisiones de gases de efecto invernadero.

“La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global concertada perderá una ventana de cierre breve y rápido para asegurar un futuro habitable”, concluyó Pörtner.

(SERVIMEDIA)
28 Feb 2022
MGR/gja