Según el portavoz de la Junta castellano-manchego, Emiliano García Page, el único objetivo del mencionado proyecto es seguir detrayendo agua del Tajo, con destino a los regadíos del sureste español. A su juicio, esta iniciativa no tiene ninguna viabilidad, poque no es una solución para el Tajo, ya que continúa hipotecando sus recursos hídricos.

"Lamentable" también ha sido el adjetivo que ha usado el vicepresidente de la Comunidad de Murcia, Antonio Gomez Fayren, pero en este caso para criticar la forma "temeraria" en la que el Gobierno castellano-manchego ha rechazado el proyecto de conexión Tajo Mediano-Guadiana-Segura, "sin conocerlo y sin estudiarlo en profundidad".

Para el vicepresidente murciano, "ésta es la prueba más de que la solución al prolema del agua les importa muy poco a los responsables castellano-manchegos" y destacó que es lamentable que se opongan, "cuando el Gobierno de Murcia ha hecho un esfuerzo para buscar una solución que también sirva para los intereses de esa comunidad".

"Los castellano-manchegos no se merecen este presidente (José Bono). Ha pasado el reloj de la historia y de cara al siglo XXI la postura de Bono no es de recibo en un país que quiere entrar en la esfera occidental europea", dijo Gómez Feyran.

Emiliao García Page mantiene, mientras tanto, que los castellano-manchegos "tenemos tanto derecho como Murcia y Valencia a pedir agua, y por ello no seguimos el camino del insulto y no entramos a valorar cómo utilizan el agua en otras regiones". Sin embargo, el portavoz se mostró comprensivo con las iniciativas del presidente murciano "ante las enormes facilidades que le da la ministra Isabel Tocino".