Así lo señaló en declaraciones a los medios durante la primera jornada de la Cumbre de la OTAN, en la que los aliados aprobaron el concepto estratégico, “el concepto de Madrid, que es como se llama y se va a llamar hasta que surja otro concepto, dentro de diez años”.

Para el jefe de la Cancillería, el documento “cumple todas las expectativas de lo que necesita la OTAN en estos momentos tan complejos y tan convulsos”, en los que “el orden euroatlántico de seguridad se está transformando”.

En la Cumbre, apuntó el ministro, la Alianza Atlántica comenzó “a dar las primeras respuestas a qué va a ser ese nuevo orden”, con “una imagen y un contenido de unidad y cohesión entre los socios europeos y nuestros aliados naturales transatlánticos”. Esa unidad, añadió, “es la herramienta más importante que tenemos y que debemos mantener durante los próximos años”.

Además, destacó que de Madrid “sale una respuesta clara, firme y cohesionada a Rusia, que en estos momentos es la mayor amenaza a nuestro flanco este”, y el “reconocimiento de que también la OTAN tiene que mirar al flanco sur, como ha venido pidiendo España en estos últimos meses”.

USO POLÍTICO

El responsable de la diplomacia se felicitó de que en el concepto de Madrid “se incluye en la mirada de 360 grados de la OTAN el flanco sur, y con apoyo de prácticamente todos los aliados”.

José Manuel Albares valoró que, en el documento, “también se reconocen dentro de las amenazas híbridas los ciberataques y el terrorismo, que en estos momentos tiene su epicentro en el Sahel, una vez que el Daesh se desplaza de Siria e Irak a África”.

En la misma línea, aplaudió que se incluya “el uso político inaceptable de los movimientos migratorios irregulares”, la “utilización como arma de la desesperación de la gente que busca un futuro mejor”. E igualmente, señaló, se recoge “el uso político como arma de los flujos energéticos para golpear nuestra soberanía o nuestra integridad territorial”.

Por último, el ministro valoró el diálogo entre la UE y la Alianza Atlántica, que calificó de “muy necesario en estos momentos, donde vemos que a la capacidad de disuasión militar de la OTAN se unen las sanciones económicas de la Unión Europea” ante la amenaza rusa.