Tras entregar los reconocimientos del Ayuntamiento de Madrid al sector turístico, el regidor atendió a los medios y se refirió a la primera reunión entre Feijóo y Abascal, que tuvo lugar el pasado jueves con carácter secreto.

Almeida abogó por no dar “mayor importancia ni mayor trascendencia” a una reunión que calificó de “contacto político normal”. “Es una reunión razonable. Estamos hablando del tercer partido en el Congreso de los Diputados y, por tanto, parece lógico que se pueda mantener un contacto a nivel político con Vox”, declaró.

Preguntado por si cree que esta reunión puede afectar a la negociación de los Presupuestos del Ayuntamiento de Madrid, el alcalde reconoció que no tiene “nada que ver” una cosa con la otra.

Sea como sea, aprovechó para ratificar su “compromiso con los madrileños” de que presentará unos “buenos presupuestos” y unas “buenas ordenanzas fiscales” para el año 2023, e insistió en que se sentará a negociar con todos para confeccionar las cuentas del ayuntamiento.

“Quien ponga líneas rojas solo para sentarse a negociar les tendrá que explicar a los madrileños por qué una discrepancia en una política puntual pueda impedir que haya unos buenos presupuestos y buenas rebajas fiscales para el año 2023”, concluyó.