Alvarez de Miranda, que ha intervenido hoy en un curso de la Complutense sobre "Garantías y vulneraciones de los derechos humanos en Europa y América Latina", aseguró que "hay problemas para aplicar los derehos humanos en nuestro país, pero hay que afrontarlos sin ningún tipo de temor".

El defensor del Pueblo no cree que falte voluntad política por parte del Gobierno para erradicar la tortura en España, como afirmó en una intervención el director del curso, José Antonio Gimbernat, presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos de España.

"La tortura en este país no es un problema grave", señaló, "lo que ocurre es que en ocasiones se dan malos tratos y un cierto abuso por parte de la policía y las uerzas de seguridad. No podemos hablar de tortura en lo que comunmente se conoce por tal en el mundo civilizado".

Según Alvarez de Miranda, en España hay una Constitución, unos tribunales de justicia y unas instituciones de garantías que deben garantizar el cumplimiento de los derechos humanos, "a todos los que residan en España, ciudadanos españoles y extranjeros"

Para el defensor del Pueblo, la aplicación de los derechos humanos es fundamentalmente "un problema de conciencia social. En la medid en que esta conciencia vaya compenetrándose con esa exigencia del respeto a los derechos humanos, en ese mismo momento podemos decir que hemos dado un paso fundamental".

DESCONOCIMIENTO

Alvarez de Miranda dijo en su intervención sobre "La función del defensor del Pueblo en la defensa de los derechos de los ciudadanos", que todavía hay ciudadanos que no acuden a esta institución por desconocimiento.

"Para comparecer ante el defensor del Pueblo no es necesario ningún requisito", explicó, "ni eda específica, ni representación por abogado, ni cumplimiento de fórmulas procesales de carácter jurisdiccional, ni pago de cantidad alguna".

Añadió que "hay sobre todo capas marginales que no conocen que el defensor del Pueblo es una institución totalmente gratuita, confidencial y que no tiene ningún formalismo para llegar a él".

Alvarez de Miranda dijo también que hay una proporción que es "razonable" entre los abusos que se producen y las quejas que son presentadas. "Poco a poco estamos consiguindo que los ciudadanos acudan a nosotros y exista un equilibrio entre la realidad de los abusos y las quejas por ellos", indicó.

Pese a la finalidad de la institución, el defensor del Pueblo insistió en que "hay que transmitir a todos que todos se sientan solidarios con la defensa de los derechos humanos, que no es labor sólo de unos determinados tribunales o de una institución, sino que es la sociedad entera la que debe participar en la lucha por los derechos humanos".