Amedo, que pasada la una de la tarde terminó de declarar en la Audiencia Nacional, negó tambén que hacia 1987 tuviera la intención de atentar contra vascos, no pertenecientes a ETA y refugiados en el sur de Francia, para que se "armara un follón" en el seno de la Policía y para que sus superiores "le tuviesen en cuenta", pues sus relaciones con ellos se habían deteriorado, según afirmó la acusación.

Precisamente, el tercer atentado del que se acusa tanto a Amedo como a Domínguez (quien esta tarde iniciará su declaración en el juicio), fue cometido el 24 de julio de 1987 y en él resultó muert Juan Carlos García Goena, prófugo al servicio militar que estaba huido en el sur de Francia y sin vinculación con la banda terrorista ETA.

Durante la tercera jornada de este juicio, la tensión entre las distintas partes actuantes en el mismo se hizo más notoria que en días anteriores.

En un momento de la vista oral, Amedo se refirió a la "habilidad" del letrado que le interrogaba y, poco después, cuando éste le preguntó sobre el contenido de la conversación que mantuvo con cuatro de sus superiors que fueron a visitarle, en 1988, a la cárcel de Guadalajara, Amedo dijo que "es de mala educación hablar de las conversaciones íntimas".

José Amedo incluso se permitió apostillar, dirigiéndose al letrado, que "tampoco he contado lo que he hablado con usted", a lo que el acusador le replicó: "Conmigo no ha hablado usted nunca".

El presidente de la sala, en medio de esta tensión creada, llegó a señalar, en un momento de la vista, que no tenía "la más mínima ayuda por parte de los letrados", adviriendo a los mismos que en el trascurso de un proceso no se pueden hacer gestos de aprobación o desaprobación, "y menos con una toga", concluyó.

RESPUESTAS A LA DEFENSA

Los poco más de 30 minutos que duró el interrogatorio a Amedo por parte de su defensor fueron los momentos de mayor tranquilidad que el procesado ha tenido durante las casi 10 horas que ha estado declarando en estos tres días.

Al ser preguntado por el atentado contra García Goena, el subcomisario dijo: "Me produjo indignación"; psteriormente afirmó que "soy un profano nato" en materia de explosivos.

Asimismo, indicó que "el juego no me ha creado ninguna complicación económica", justificando que una parte de su dinero procedía de "operaciones inmobiliarias" con personas a las que no quería identificar por razones de seguridad.

Tan solo mencionó su participación en una operación de unos 2.000 millones de pesetas, por la que recibió una comisión, y la compra de un inmueble en Laredo para su inmediata reventa, por lo que pus como condición, dijo Amedo, que dicho inmueble no se escriturase a su nombre.

A las 4,30 horas de esta tarde está previsto el reinicio de la vista oral en la Audiencia Nacional con el testimonio del inspector de policía Michel Domínguez, que también está acusado de organizar los GAL.