Clima

Amnistía llama a “evitar una catástrofe climática” con un acuerdo mundial para abandonar los combustibles fósiles

- En la Cumbre del Clima -conocida como COP28- que comenzará en Dubái el 30 de noviembre

MADRID
SERVIMEDIA

Amnistía Internacional (AI) considera “vital” que la Cumbre del Clima -conocida como COP28- de este año, que comenzará el 30 de noviembre en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), concluya con un acuerdo de abandono de los combustibles fósiles para “evitar una catástrofe climática y de derechos humanos”.

Así lo señala en un informe titulado ‘Combustibles letales’, difundido este lunes y con el que AI pide a las partes en la COP28 que acuerden una eliminación de los combustibles fósiles de forma completa, equitativa, rápida y financiada, y una transición a energías renovables compatible con los derechos humanos y que facilite el acceso de todo el mundo a la energía.

“Un acuerdo en la cumbre de la COP28 para poner fin a la producción y al uso de combustibles fósiles es vital para evitar una catástrofe climática global y que no se agrave una crisis de derechos humanos sin precedentes que amenaza los derechos de miles de millones de personas”, indica en el informe.

Candy Ofime, asesora jurídica sobre justicia climática de Amnistía Internacional, subrayó que “durante decenios, el sector de los combustibles fósiles se ha dedicado a desinformar sobre la crisis climática”. “La verdad es que los combustibles fósiles están poniendo en peligro nuestro futuro, ya que están causando estragos en el clima global y generando una crisis de derechos humanos de magnitud sin precedentes”, afirmó.

Ofime recalcó: “Si se sigue adelante con nuevos proyectos de combustibles fósiles, no lograremos limitar el calentamiento global a 1,5 °C con respecto a los niveles preindustriales y evitar daños climáticos catastróficos. La celebración de la COP28 es la ocasión para que los Estados acuerden ir más allá de los combustibles fósiles y dejen atrás su vergonzoso historial de daños climáticos y abusos contra los derechos humanos”.

“El sector de los combustibles fósiles genera una enorme riqueza para relativamente pocos actores empresariales y Estados, que tienen un interés particular en bloquear una transición justa a energías renovables, y en silenciar a quienes se oponen a ellos. Dichos esfuerzos ponen en peligro el derecho de todas las personas a un medioambiente limpio, saludable y sostenible”, destacó.

Ofime indicó que “los combustibles fósiles son finitos y tratar de extraer hasta la última gota de petróleo, el último metro cúbico de gas natural o la última tonelada de carbón prolonga o agrava los enormes daños que ya han causado”. “Hay alternativas disponibles y la producción de energías renovables está creciendo rápidamente, pero se necesita una inversión mucho mayor. La COP28 debe establecer una vía rápida y equitativa para un futuro sostenible sin combustibles fósiles”, apostilló.

“ABUSOS”

La extracción y la quema de combustibles fósiles, y la consiguiente acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, en particular de dióxido de carbono, son la causa principal del calentamiento global, que incrementa la frecuencia y la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas, sequías e inundaciones.

Esta situación provoca la pérdida de vidas, daños a bienes e infraestructuras, la destrucción de medios de sustento, la alteración de ecosistemas y la disminución de la biodiversidad, así como cosechas perdidas y escasez de alimentos, la intensificación de la competencia por los recursos, y conflictos y desplazamientos de población, todo ello relacionado con “abusos” contra los derechos humanos, según AI.

Lo contaminación del aire directamente relacionada con la quema de combustibles fósiles contribuyó a la muerte de 1,2 millones de personas en 2020. Las comunidades que viven cerca de instalaciones de explotación de combustibles fósiles se ven a menudo perjudicadas por contaminantes que se sabe que causan enfermedades respiratorias, daños para el embarazo, afecciones cardiovasculares y determinados tipos de cáncer. La minería de carbón y la fracturación hidráulica generan residuos tóxicos que contaminan las fuentes de agua. La quema de gas libera contaminantes atmosféricos tóxicos.

Los pueblos indígenas se ven afectados porque la mayoría de los recursos de combustibles fósiles que quedan en el planeta se encuentran bajo sus tierras ancestrales, y las empresas que los explotan vulneran con frecuencia los derechos de estas comunidades a la información, a la participación pública y al consentimiento libre, previo e informado. Por ejemplo, Amnistía Internacional ha mostrado que las comunidades adivasis afectadas por la minería de carbón en la India rara vez son consultadas adecuadamente antes de que sus tierras sean adquiridas, sus ecosistemas, diezmados, y sus medios de vida, puestos en peligro.

El informe subraya que “muchas empresas” del sector de los combustibles fósiles tratan de influir en la opinión pública a través del ‘maquillaje verde’ y la desinformación, evaden la regulación captando apoyos de legisladores y reguladores, e influyen en foros multilaterales como las Cumbres del Clima, que pueden retrasar las acciones de los Estados a la hora de abordar la crisis climática.

El informe recomienda que todos los recursos de combustibles fósiles actualmente sin explotar permanezcan para siempre bajo tierra. Los países industrializados y otros países del G20 que son grandes emisores de gases de efecto invernadero, así como Estados de elevados ingresos productores de combustibles fósiles, deben ponerse a la cabeza de este proceso deteniendo la expansión de la producción de petróleo, gas y carbón. Y los demás deberán seguir después su ejemplo.

(SERVIMEDIA)
13 Nov 2023
MGR/gja