Tuberculosis

Ana Céspedes: “La vacuna contra la tuberculosis es posible y muy necesaria, porque la enfermedad no está controlada”

- La directora mundial de Operaciones de IAVI asegura que está “muy cerca” y que podría ser una realidad en 2028 si se consigue financiación

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/VacunaTuberculosis

MADRID
SERVIMEDIA

La vacuna contra la tuberculosis “es posible” y, además, “muy necesaria”, dado que la enfermedad “no está controlada”. Una de ellas, que se llama Mtbvac, podría estar disponible en 2028.

Así lo aseguró este jueves la directora mundial de Operaciones de IAVI, la española Ana Céspedes, en una entrevista concedida a Servimedia en la que hizo un repaso por algunos de los proyectos que tiene en marcha esta organización de investigación científica sin fines de lucro que desarrolla vacunas y anticuerpos para el VIH, la tuberculosis y las enfermedades infecciosas emergentes, y avanzó que “estamos muy cerca” de conseguir dicha vacuna.

Tras puntualizar que cada año mueren 1,3 millones de personas de tuberculosis y se infectan 10 millones por una enfermedad “tan antigua” y que “está de alguna manera desatendida”, subrayó que "hay muy poca investigación. Solo hay 12 vacunas en desarrollo y hay una vacuna española que está a punto de entrar en estudios de eficacia este mismo año”, y recordó que se está desarrollando en dos indicaciones, una en neonatos y niños y otra, en adultos.

En el primer caso, subrayó que lo que se está “midiendo” es “si va a ser un 50% más eficaz” que la vacuna BCG, que, advirtió, “nunca siguió el proceso regulatorio normal, se aprobó hace 100 años y que, desde entonces, se ha venido utilizando”. “Se desconoce de alguna manera la eficacia, pero se sabe que es eficaz en proteger de tuberculosis a niños, solamente a niños hasta las edades de siete u ocho años”, agregó.

NIÑOS Y ADULTOS

En este contexto, hizo hincapié en que el desarrollo de Mtbvac se está haciendo “tanto en niños, para ver si va a ser más eficaz que BCG, como en adultos, donde no existe una vacuna”, y teniendo en cuenta que la “mayoría” de la población que se infecta, hasta un 90%, son jóvenes y adultos.

“El desarrollo clínico empieza ahora y, como pronto, esta vacuna estará en el año 2028, si conseguimos toda la financiación necesaria para que este estudio sea el único que necesitamos”, apostilló, para indicar que, por el momento, en el caso de los adultos, el proyecto solo cuenta con financiación para hacer el estudio en 7.000 personas.

A este respecto, puntualizó que el ensayo en neonatos y niños está “totalmente financiado” y se esperan “resultados positivos” y que el estudio para el que se dispone de una financiación “parcial” es el estudio en adultos, cuyos resultados también estarán listos en 2028.

“Son dos desarrollos clínicos en paralelo y, además, es un proyecto muy bonito, porque es un proyecto de colaboración internacional”, agregó, para explicar que, en el caso del estudio en niños y neonatos, IAVI está trabajando con Edctp, una coalición entre África y Europa y con agentes como la compañía farmacéutica Biofabri o la Universidad de Zaragoza y, en el área de adultos, con el Gobierno indio, el NIH o la Fundación Bill y Melinda Gates.

UNIENDO RECURSOS

En este sentido, Céspedes defendió la importancia de estar “uniendo recursos” de “muchos” agentes para “conseguir avanzar en las dos indicaciones en paralelo”, para indicar que, “en realidad”, esta vacuna “viene desarrollándose desde el año 1999”.

Fue entonces cuando, mediante ingeniería genética, se aisló Mycobacterium tuberculosis, “se le quitaron dos genes que son los que hacen que Mycobacterium tuberculosis se infecte y produzca la enfermedad y esto es el bacilo de la tuberculosis atenuado, es decir, todavía está vivo, pero no produce la enfermedad”.

“La vacuna Mtbvac empieza en el 1999. En ese año se aísla Mycobacterium tuberculosis y se le quitan dos genes, que son los que hacen que este bacilo sea patogénico en humanos. Se le quita un gen que hace que se replique muy rápido, se le quita otro gen que hace que se esconda dentro de nuestro cuerpo y, entonces, al eliminar estos genes, el bacilo se convierte en una vacuna viva atenuada, es decir, no produce la enfermedad, pero puede producir una respuesta inmunogénica con todo el potencial que este tiene”, explicó.

La experta lamentó que, “desafortunadamente”, el desarrollo de la vacuna “ha sido muy lento, porque la financiación es muy escasa y, cuando la financiación es escasa, vas a pasos muy cortitos”.

“Llevamos desde entonces para hacer los estudios en el laboratorio y, después, en la fase clínica, pero estamos en la última etapa, en los estudios de eficacia”, insistió, para poner en valor que han sido “25 años de colaboración público-privada a nivel mundial”, con participación de Europa, Estados Unidos y África, “que se encuentra ya en la última fase”, que es la de “demostrar eficacia”.

TUBERCULOSIS EN ESPAÑA

Preguntada por la situación de la enfermedad en España, Céspedes valoró que, “afortunadamente, no tenemos una epidemia de tuberculosis”, si bien “están creciendo los casos de tuberculosis altamente resistente”, casos que se están “produciendo” también “con los movimientos migratorios”, que se unen a los de profesionales sanitarios desplazados a zonas “de riesgo” que “vienen y traen el bacilo”.

En este sentido, juzgó “muy importante” tener en cuenta que las enfermedades infecciosas “requieren abordaje global”. “Una enfermedad infecciosa no se erradica hasta que no la erradicas en todas partes o hasta que no la controlas, porque es muy difícil erradicar totalmente enfermedades”, aseveró.

“Hemos erradicado dos y lo que hay que hacer es controlarlas, porque la tuberculosis no está controlada”, abundó, para alertar de que los casos de tuberculosis altamente resistente “crecen cada año” y el tratamiento puede durar hasta siete años, mientras que la tuberculosis no resistente precisa de un tratamiento de alrededor de seis meses en los que el paciente “tiene que dejar de trabajar”, a lo que se añade el “impacto” que tiene en sus pulmones y calidad de vida.

(SERVIMEDIA)
11 Abr 2024
MJR/clc