Espinosa señaló que "no hay síntomas de recuperación en un plazo de seis meses", por lo que con toda seguridad la reducción de las ventas en el conjunto del año será superior a la última previsión de Anfac, que la situaba entre el 7 y el 8 por cien.

Agregó que esa reducción de las ventas en el mercado doméstico irá acompañada de una disminución en las expotaciones, lo que se traducirá en una caida neta de la facturación de las compañías automovilísticas.

A este respecto, advirtió que las importaciones alemanas de coches, que suponen un tercio de las ventas en el extranjero de turismos fabricados en España, caerán en 1993 un 15 por ciento, según las últimas estimaciones.

El presidente de Anfac señaló que una caída de las ventas de turismos del 30 por ciento provocará un excedente laboral de 45.000 trabajadores, cuyo futuro dependerá de la rapidez cn que se recupere el mercado.

"Se empezará por regulaciones de empleo y si el mercado no se recupera, habrá supresiones de contratos", señaló Espinosa, quien confirmó que "todas las semanas se discuten en el seno de las empresas planes de regulación".

El máximo responsable de Anfac auguró que la caída de la facturación se traducirá en un endurecimiento de la negociación colectiva, y afirmó que son "inimaginables" subidas próximas al IPC previsto.

Además, recalcó que las empresas exigirán másde sus empleados "en términos de productividad y movilidad" y acusó a la Administración de "insensibilidad" ante los problemas del sector.

YA HAY 150.000 REGULADOS

Por su parte, fuentes de CCOO aseguraron que los sindicatos no aceptarán la renegociación de los convenios firmados con validez para 1993, que son los de Seat (con una subida del 1,75 por cien superior al IPC) y los de General Motors, Ford y Nissan (con incrementos de dos puntos por encima de la inflación).

Según CCOO, los sindicatosreclamarán también aumentos de dos puntos por encima de la inflación en los convenios que se negocien este año, por entender que se ajusta a los niveles de beneficios de las compañías. CCOO afirma que esos beneficios ascendieron a 250.000 millones en los últimos tres años, de los que unos 100.000 millones correspondieron a 1992.

En cuanto a las regulaciones de empleo, CCOO asegura que los expedientes ya aprobados por la autoridad laboral afectarán durante el primer semestre de este año a unos 150.000 rabajadores del sector.

El sindicato estima que el coste para el INEM derivado de los salarios que tendrán que pagar a cargo de esos expedientes de regulación asciende a 25.000 millones de pesetas y considera que el erario público no debería financiar a sectores con elevados beneficios.