Discapacidad
“Antes hacía prótesis para la guerra en Afganistán, ahora para los accidentes de tráfico en España”
- Latifa Sakhizada jugaba en la selección de baloncesto en silla de ruedas de Afganistán y escapó de allí al regresar los talibanes
- Ahora vive en Madrid y protagoniza el documental ‘Au revoir Kabul’ de Antonio Pampliega
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Latifa Sakhizada es la protagonista del documental ‘Au revoir Kabul’ del periodista Antonio Pampliega. La exjugadora paralímpica de baloncesto abandonó Afganistán con el regreso de los talibanes al poder y ahora trabaja en Madrid en una empresa de ortopedia: “Antes hacía prótesis para la guerra, ahora para los accidentes de tráfico”. Está preocupada por su familia y las amigas que dejó allí y hace un llamamiento para que nadie olvide a las mujeres que han perdido todos sus derechos.
En una entrevista con Servimedia, cuenta que en su país llevaba una vida normal. “Estudiaba e iba a trabajar a la Cruz Roja para ayudar a personas con discapacidad”, explica. Además, como de pequeña tuvo la polio, “jugaba en la selección nacional de baloncesto en silla de ruedas” de Afganistán. Confiesa que era feliz y que nunca pensó que todo podría cambiar de un día para otro.
Eso es lo que ocurrió con la vuelta de los talibanes al poder el 15 de agosto de 2021. A partir de ese momento las mujeres fueron silenciadas. “Perdimos todos nuestros derechos. No podíamos hacer nada, sólo quedarnos encerradas en casa”, lamenta Sakhizda.
Pampliega lo recuerda en el corto que ha realizado: “No tardaron ni dos días en prohibir el deporte, en prohibir que las mujeres trabajasen, que las niñas fueran a clase, en ordenarles que fueran con burka”. El excorresponsal, secuestrado por Al Qaeda en 2015 junto a otros compañeros reporteros durante un viaje a Siria, tiene la esperanza de que ‘Au Revoir Kabul’ sea una ventana abierta a la realidad de la mujer en Afganistán. El documental ha sido seleccionado en varios festivales de cine en España y en el extranjero.

Para muchos, el reconocimiento ya se lo ha llevado al retratar lo ocurrido. Es lo que piensa Sakhizda, quien se emociona profundamente al relatar su situación. “No me podía poner un burka porque me resultaba difícil caminar. Así que un día me pararon por la calle para decirme que me comprase ropa larga, que lo tenía que hacer obligatoriamente aunque tuviese una discapacidad”, resalta.
Pasó seis meses que fueron como seis años, con mucho miedo. “Fue muy duro. Era peligroso. Toda la gente estaba preocupada y como yo había conocido a Antonio por un reportaje, decidí escribirle”. Él y la periodista deportiva de RTVE Paloma del Río decidieron implicarse y, de ese modo, lograron que el equipo de baloncesto -ocho mujeres, cada una de ellas con un acompañante- saliese de allí.
“Se formó una cadena de gente y me siento afortunada por todo el apoyo que he recibido. Antonio y Paloma son dos personas muy importantes para mí”, indica. Para Del Río era necesario actuar porque, como señala en la película, las mujeres “ya no podían ir al parque, ya no se podían reír, ya no podían hablar en público”.
Latifa se vino a Madrid con un hermano y no lo ha tenido fácil. Para empezar, tuvo que aprender el idioma y, además, residió en un centro de acogida durante año y medio. "En estos momentos ya tengo una habitación en un piso compartido y trabajo en una empresa de ortopedia en Getafe. Antes hacía prótesis para quien venía de la guerra y ahora las hago para los que han sufrido un accidente de tráfico”.

Ya han pasado tres años de eso y se siente agradecida, pero sigue muy preocupada. “Temo por mi familia, primas y amigas. Hablo con ellas y me cuentan que no hay libertad. No hay ningún futuro para ellas y nadie hace nada”, destaca. Por eso, pide al mundo que mire hacia Kabul: “Por favor no olviden a las mujeres de Afganistán porque ellas necesitan ayuda. De verdad. Necesitan ser como otras mujeres”.
Latifa tiene 29 años y su nombre significa “amable”. Ella lo es. Parece frágil, pero ha demostrado su fortaleza más de una vez. A pesar de todo, le queda camino por recorrer. Su madre ha llegado a España hace tan solo unos meses junto a su hermano pequeño. Está sola y enferma. Todavía no pueden reagruparse. Pero sueña con ello y con volver a las canchas. Su vida es el deporte y quiere jugar de nuevo al baloncesto. Sabe que, a pesar de todos los escollos, ha tenido suerte y se ha salvado de un destino mucho peor.
(SERVIMEDIA)
27 Oct 2025
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