En declaraciones a Servimedia, Angel García destacó la gravedad de estas inundaciones y señaló que, aunque "los españoles aún no se han enterado", hay 70.000 evacuados, 500 desaparecidos24 muertos.

"La desgracia que supone esta tragedia no ha repercutido todavía en la sociedad, pero es tremendo ver la angustia de la gente, que se han quedado sin nada. Es como Venecia, pero en el mal sentido de la palabra", dijo.

Angel García explicó que el momento más "duro" será cuando bajen las aguas, pues aparecerán los cuerpos de los desaparecidos y los supervivientes podrán valorar la magnitud de la desgracia. "Lo más duro no es ahora, sino cuando vuelvan a sus casas y se encuentren sin naa", añadió.

TRES COOPERANTES

Tres cooperantes españoles de Mensajeros de la Paz se han desplazado a Santa Fé para colaborar en la reconstrucción de viviendas y en la puesta en marcha de comedores sociales. Además, en la última semana, han enviado a la localidad afectada varios camiones con medicamentos y cinco toneladas de alimentos.

Para el presidente de la organización, "más que lo que podamos aportar a la sociedad, lo importante es estar cerca de la gente que sufre, la compañía es lo que másaprecia la gente. Dicen que al menos no están solos".

PREPARADOS PARA TODO

Angel García mostró su indignación porque los países desarrollados no hayan respondido de inmediato a la petición de ayuda de los afectados, que hasta el momento sólo pueden achicar agua con bombas manuales.

"Que una bomba de Estados Unidos haya tardado 12 días en llegar es incomprensible. En el mundo, en la ONU, estamos preparados para todo menos para cuando los pobres sufren una tragedia. Para eso no existe ese gran oprativo, como ha existido ante Iraq u otros acontecimientos. Pero los pobres son los pobres", subrayó.

En la tragedia de Santa Fe, la mayoría de los 24 muertos reconocidos oficialmente eran personas mayores de 55 años y ancianos de hasta 92. Tres de los fallecidos eran bebés.