Aniversario 11-M

Así viven las secuelas y el dolor las víctimas del 11-M veinte años después de la masacre

- Dos de las víctimas relatan a Servimedia el trauma dos décadas después de los atentados

- Una explosión rompió el tímpano de Khuram Ahmed Choudhry, que tiene discapacidad auditiva desde entonces

MADRID
SERVIMEDIA

Este lunes se cumplen 20 años de los brutales atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 en Madrid. La investigación parlamentaria que llevó a cabo el Congreso de los Diputados le llevó a aprobar más de un año después el dictamen de la comisión encargada de analizar si esta masacre podía haberse evitado y qué conclusiones sacar de cara al futuro.

En las llamadas “recomendaciones finales” de este informe, se incluían diferentes propuestas y medidas sobre cómo atender en los siguientes veinte años a las víctimas de esta acción terrorista. Entre estas sugerencias se hablaba de hacer un “seguimiento específico" de los afectados y sus familias o de facilitarles “asesoramiento jurídico”.

De acuerdo con los testimonios recogidos por Servimedia dos décadas después del 11-M, las víctimas siguen sufriendo las secuelas de las explosiones en los trenes de Cercanías de Madrid y se quejan de la falta de seguimiento de sus casos. Esto último se hace especialmente evidente con la falta de información de lo sucedido con los autores de los atentados, que asesinaron a 193 personas con mochilas bomba y al suicidarse dos semanas después en un piso de Leganés.

“EXPLOTÓ A NUESTRO LADO”

Sobre estas cuestiones se pronunciaron Khuram Ahmed Choudhry, que viajaba en el tren cuyas bombas explotaron en la estación de El Pozo, y Ángeles Pedraza, cuya hija fue asesinada en los atentados y ejerció durante años como presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

En este sentido, Choudhry, que es de origen pakistaní y ahora tiene 45 años, explica que la mañana del 11-M iba junto a su primo a trabajar cuando su tren se detuvo en la estación de El Pozo. Al pararse en el andén, se produjo una primera explosión en el vagón delante del suyo y una segunda en el posterior.

Relata que fue la última explosión la que a él le produjo las heridas. “Me giré y la segunda bomba explotó a nuestro lado. Este movimiento hizo que el efecto de la bomba me rompiese el tímpano”, lo cual le dejó con una discapacidad auditiva desde aquel momento.

Aunque logró llegar al trabajo junto a su primo, tuvo que marcharse primero a casa y luego a un centro médico, donde le confirmaron el diagnóstico. Se somete a revisiones periódicas y fue declarado víctima del terrorismo. De hecho, el pasado miércoles asistió como invitado a la inauguración de una exposición sobre el 11-M que presentó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

“NO SE NOS INFORMA”

Las consecuencias de la masacre veinte años después son de otra consideración para Ángeles Pedraza, tras perder a su hija en la acción terrorista y presidir durante años la AVT.

Pedraza se refiere a que su principal queja en la actualidad es la falta de información respecto a la situación de los autores del 11-M, ya que entiende que en el plano asistencial y de indemnizaciones se ha actuado eficazmente.

“Somos las grandes olvidadas jurídicamente”, explica esta madre, quien indica que ha tenido que pedir personalmente información a la Audiencia Nacional sobre si los autores de la masacre de hace veinte años siguen en la cárcel o han quedado en libertad.

A este respecto, con las notificaciones en la mano, destaca que “casi nadie sabe que de los 19 condenados solamente quedan tres en la cárcel, ya que 16 han salido y algunos hace muchos años”. “Una madre”, afirma, “no tiene ni la cabeza ni el corazón para estar pidiendo datos que le tienen que dar, porque yo no quiero ser una víctima mejor, pero tampoco peor”.

“No se nos informa de nada”, se lamenta Pedraza, que se queja de que no exista debate social sobre la situación de los autores del 11-M como sigue sucediendo con los miembros de ETA condenados.

(SERVIMEDIA)
11 Mar 2024
NBC/pai