Arruabarrena fue víctima de los extorsionadores de ETA, que le exigieron el 'impuesto revolucionario' y le amenazaron al negarse a pagarlo. La bomba que recibió estaba camuflada en un estuche de plumas.

Juan Antonio Arruabarrena, empresario de una fábrica de pastelería industrial, decidió trasladar su empresa desde la localidad guipuzcoana de Lazcano hasta la zaragozaa de Pina de Ebro tras recibir las amenazas de ETA.

El método del paquete-bomba ha sido utilizado en numerosas ocasiones por ETA, aunque últimamente no lo empleaba. El 31 de marzo de 1992 un coronel de Aviación retirado, Joaquín Vasco Alvarez, resultó herido de gravedad en Madrid al estallar un paquete-bomba dirigido a su hijo, también militar.

El año 1991 fue uno de los más trágicos, ya que fueron 9 los paquetes o cartas-bomba enviados por los terroristas, con un balance de 9 muertos y 8 heridosde distintas consideración.