Según informaron a Servimedia fuentes de la prisión donostiarra, el asesinado atendía a todos los reclusos del centro, incluídos los de la banda ETA, a los que también citaba para prestarles ayuda psicológica.

Gómez Elósegui ocupaba el cargo de psicólogo de Martutene desde 1993, aunque trabajaba desde hacía 14 años en esta prisión, donde desempeñó primero trabajos administrativos.

El asesinado era diplomado en Empresariales y licenciado en Psicología e ingresó como funcionario en Insttuciones Penitenciarias en 1982.

De 1982 a 1993 trabajó en el Cuerpo Especial Masculino y desempeñó trabajo de oficinas. A partir de 1993, se integró en el Cuerpo Técnico de Psicología y comenzó a ejercer como psicólogo de Martutene.

Asimismo, Gómez Elósegui formó parte durante 1995 en nombre del sindicato ELA-STV de un grupo de expertos que realizó un estudio sobre las condiciones de trabajo en las cárceles españolas.

Según declaró a Servimedia Andrés Gonzalo, director de Martutene, Gómez Eósegui era de los funcionarios de prisiones que mejor conocía el ambiente de esta cárcel, al haber trabajado en la misma tanto en dependencias administrativas como de psicólogo.