Atutxa, que compareció en el Parlameto a petición de Euskal Ezkerra para informar sobre este incidente, asumió la cuota de fracaso que supone que Juan Calvo muriera el pasado día 20 de agosto en dependencias de la policía autónoma.

Sin embargo, insistió en que la actuación de la policía fue correcta en todo momento y respetuosa con los derechos humanos, y que la muerte le sobrevino al detenido por una parada cardiaca provocada por el encharcamiento de un pulmón.

El portavoz de Euskal Ezkerra, Kepa Aulestia, señaló que pudo haber un actitud negligente por parte de la "Ertzaintza" al no comunicar a la familia inmediatamente la detención.

Por su parte, Herri Batasuna reiteró su versión de que hubo torturas y su portavoz manifestó que no creen en absoluto las explicaciones del consejero de Interior.