Según Ruiz-Gallardón, en los últimos cuatro años está emergiendo en Madrid un nuevo fenómeno que afecta a la convivencia: los adolescentes que participan en grupos violentos, más o menos organizados, y que cometen actos delictivos.

El alcalde precisó que su existencia no se puede vincular exclusivamente a la inmigración, "aunque sí es cierto que estas bandas juveniles actúan y se denominan de forma similar a las de sus países de origen, provocando conflictos entre ellas mismas y con otros adolescentes".

El nuevo proyecto municipal actúa detectando a aquellos menores en situación de vulnerabilidad para evitar su captación por parte de las bandas juveniles. En él participan doce profesionales -psicólogos, mediadores interculturales y educadores sociales- y se presta en los distritos de Puente de Vallecas, Villaverde, Usera, Tetuán, Ciudad Lineal y Centro.

Ruiz-Gallardón anunció que este programa se extenderá por toda la ciudad y explicó que hasta el momento se ha conseguido la desvinculación de 38 adolescentes, nueve de ellos españoles, de estas bandas juveniles. Todos ellos se encuentran en un proceso de integración social, mediante iniciativas educativas que inciden en su ámbito personal, laboral, formativo y de ocio y tiempo libre.

Uno de los ejes prioritarios del programa es la participación de las familias de los menores con este tipo de problemas. Además de asesorar y orientar a los progenitores, se trabaja directamente con las familias que afrontan procesos de reagrupación familiar, dotándolas de habilidades sociales y estrategias que les ayuden con sus hijos adolescentes.