Así lo expresó en una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, donde afirmó que la decisión “no es una cuestión electoralista”, ya que hasta la fecha “Vox y el PP no han tenido mala colaboración”.

Ayuso señaló que lo sucedido “viene desde hace algunos meses”, cuando Vox “decidió” ir contra la presidenta regional y considerarla como “enemigo”. En este sentido recordó la ley de deducciones fiscales que Vox tumbó el pasado jueves, cuando votó en contra en la Asamblea de Madrid.

La mandataria autonómica dijo que ha decidido que “cada uno siga su camino”, lo que “no significa ruptura”, ya que “no había ni un Gobierno ni un pacto" regional. Sin embargo, destacó que “a partir de ahora no buscará el entendimiento” con la formación como ha hecho hasta ahora, aunque insistió en que su “adversario y enemigo no es Vox”.

Pero indicó que la “fobia a la inversión extranjera y a lo de fuera” de Vox no la representa, y “hace muy difícil el entendimiento”. Además, celebró no ser una persona “equidistante” porque si lo hubiera sido “habría dejado pasar la relación con Vox hasta las urnas”.

Preguntada por los posibles apoyos de Vox que el PP podría necesitar tras las elecciones autonómicas y municipales, Ayuso incidió en su situación actual, con un Gobierno “con amplia mayoría desde 2021” que de Vox “solo ha necesitado abstenciones”. También responsabilizó a Vox de la fala de acuerdo sobre los presupuestos y criticó las “propuestas sin sentido” y la “falta de profundización de Vox en los debates”. “Han decidido algo distinto y no quiero que me lleven en su deriva”, aseveró.

Ayuso reveló que el problema “está en Madrid” y que su posición con respecto a Vox “no es una estrategia nacional”. “Tengo una buena opinión de Abascal, la he tenido hasta ahora”, dijo en cuanto al líder de Vox. De esta manera, insistió en no tener “nada en contra” de este partido, y haber tomado la decisión de seguir cada uno su camino "solo para salvar Madrid”.

ENCUESTAS

Respecto a las encuestas internas que maneja el PP, la presidenta confesó no pensar en la mayoría absoluta, sino en qué hacer si esa situación se produce para "no improvisar".

En clave nacional, señaló que “lo mejor que le puede pasar a España es Feijóo” y apostó por un cambio en el Gobierno central.