Tras la reunión de ayer entre Aznar y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, el Gobierno considera garantizada la gobernabilidad y, por tato, mantiene el horizonte de agotar la legislatura.

La voluntad del presidente del Gobierno es convocar las elecciones generales en la primavera del año 2000, "salvo circunstancias excepcionales ligadas a la pérdida de apoyos parlamentarios".

En este sentido, destacó que para garantizar la gobernabilidad es necesario comenzar a trabajar en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, que tendrían que estar listos y consensuados para el próximo mes de septiembre.

Sobre los posible temores de la oposición a la convocatoria de elecciones anticipadas, Piqué dijo que es curioso que los dirigentes del PSOE e IU hayan mostrado su reticencia a un eventual adelanto, cuando lo lógico es que la oposición siempre desee que los comicios se celebren cuanto antes, para arrebatar el poder al Gobierno.