Aznar no expresará a Ibarretxe una disosición clara a renunciar al Pacto de Ajuria Enea en favor de un nuevo foro de diálogo, como pide el "lehendakari", pero le mostrará su disposición a reflexionar sobre esa posibilidad si se cumplen esas dos condiciones.

Este es el segundo encuentro que se produce entre ambos. El anterior se celebró el 20 de enero en La Moncloa, también a instancias del "lehendakari" vasco.

Ambos quieren inscribir esta entrevista dentro de la normalidad institucional y de la fluidez de las relaciones que debe presdir el contacto entre ambos responsables políticos.

El presidente Aznar no ocultará a Ibarretxe su malestar por el hecho de que el Parlamento vasco se haya ofrecido como lugar de reunión del Parlamento kurdo en el exilio, por la solicitud de observadores de la ONU para vigilar el proceso de paz y por la suma del Ejecutivo vasco al paro del pasado día 12.

Desde La Moncloa se destacan también varios puntos de coincidencia entre ambos dirigentes. La idea de que la paz no puede tener condiciones políicas y el convencimiento de que el Pacto de Estella no es un instrumento válido para avanzar hacia el fin definitivo de la violencia, serán los puntos en que Aznar e Ibarretxe estarán más cercanos.

En cuanto a la política penitenciara, un asunto que con probabilidad planteará el "lehendakari", el Gobierno sostiene que no habrá cambios significativos en tanto ETA no deje las armas definitivamente.

El Gobierno considera que ha ido dando pasos en esta materia, que en este momento se han paralizado ala espera de que ETA demuestre su voluntad clara de abandonar para siempre la violencia.

No obstante, al agenda del encuentro no está cerrada y ambos dirigentes podrán tratar todos aquellos asuntos que resulten de su interés.