El Banco de España analiza de manera regular el ciclo financiero a través del seguimiento de la evolución de diversos indicadores. Uno de los principales es el denominado «brecha de crédito-PIB», que recoge la desviación de la ratio de crédito al sector privado no financiero sobre el PIB respecto a su tendencia. Los datos disponibles más recientes constatan que este indicador sigue en terreno negativo y significativamente alejado del umbral de alerta.

“Esta situación ha sido propiciada tanto por el crecimiento económico experimentado durante los últimos dos años, como por la reducción del crédito iniciada a cierre de 2022”, argumentó la institución dirigida por Pablo Hernández de Cos. No obstante, precisó que esta tendencia bajista se habría truncado en los últimos trimestres, proyectándose una senda alcista para los próximos.

Por su parte, indicó que el entorno macrofinanciero continúa sujeto a una “acusada incertidumbre, en particular, como consecuencia de la elevada tensión geopolítica por los conflictos bélicos en Ucrania y Oriente Próximo”.

Adicionalmente, el Banco de España presta atención a una relación amplia de indicadores macrofinancieros complementario a la brecha de crédito-PIB que, en conjunto, continúan sin mostrar indicios de acumulación de nuevas vulnerabilidades sistémicas.

Según las previsiones del Banco de España, en el corto plazo, el balance de riesgos para la actividad económica parece estar orientado a la baja, lo que continúa respaldando el mantenimiento del porcentaje del CCA en el 0%, para así evitar potenciales efectos pro-cíclicos adversos. No obstante, tanto la actividad económica como la rentabilidad bancaria han evolucionado favorablemente en 2022 y 2023 a pesar de un entorno macrofinanciero incierto.

A su juicio, la confirmación de estos patrones de resiliencia y la reducción de la intensidad de algunos riesgos para la estabilidad financiera, como los vinculados a la inflación, limitarían el alcance de las consideraciones sobre la pro-ciclicidad en la decisión del CCA.

Por su parte, el indicador de intensidad del crédito (ratio de la variación anual del crédito sobre el PIB) se mantiene en negativo, al tiempo que la ratio del servicio de la deuda (ratio de los pagos por principal e intereses de la deuda sobre la renta disponible de hogares y empresas) permanece en valores moderados, ya que el desapalancamiento del sector privado no financiero ha compensado en promedio en aumento de los tipos de interés hasta la fecha, observándose solo una ralentización de su senda previa descendente.

En paralelo, la institución destacó que la la economía española continúa mostrando un superávit de la balanza por cuenta corriente.

Respecto al sector inmobiliario, los precios de la vivienda experimentaron un crecimiento interanual del 4,2 % en el cuarto trimestre de 2023, suavizando ligeramente el incremento del trimestre previo por el fuerte aumento de los precios de la vivienda nueva y una subida más moderada de los precios de la vivienda usada.

“Debido a esta fortaleza mostrada por los precios de la vivienda, los indicadores de desequilibrio en los precios de este mercado siguen mostrando algunas señales de sobrevaloración, aunque de magnitud limitada e inferior a las de otros países de nuestro entorno, que sí que han precisado ya la activación de medidas macroprudenciales”, analizó el Banco de España. A pesar de ello, comentó que sigue siendo necesario mantener un seguimiento cercano de la evolución de estos indicadores.

En definitiva, este análisis respalda el mantenimiento del CCA en el 0%, si bien el Banco de España continúa su seguimiento estrecho de la situación, con especial atención a la evolución del sector inmobiliario.

En cualquier caso, el Banco de España subraya la “conveniencia de que las entidades bancarias aprovechen el incremento coyuntural de los beneficios obtenidos para aumentar su solvencia y, de este modo, asegurar su función principal de proporcionar financiación a los hogares y empresas con proyectos viables, aunque eventualmente llegaran a materializarse los riesgos relevantes identificados en el actual entorno de incertidumbre”