‘Syllipsimopodi bideni’ tenía 10 brazos, aletas y filas de ventosas para agarrar presas. Representa una nueva especie de vampirópodo, el grupo de animales marinos que incluye a los pulpos y los calamares vampiros modernos.

Así se explica en un estudio dirigido por científicos del Museo Americano de Historia Natural y la Universidad de Yale (Estados Unidos), y publicado este martes en la revista 'Nature Communications'.

Los investigadores nombraron al animal en honor a Biden para honrar al 46º presidente de Estados Unidos, que acababa de tomar posesión en enero de 2021 cuando se presentó el estudio para su publicación, y para reconocer el compromiso de este mandatario con la ciencia. “Me alentaron los planes que presentó el presidente Biden para contrarrestar el cambio climático antropogénico y su sentimiento general de que los políticos deberían escuchar a los científicos”, apunta Christopher Whalen, investigador postdoctoral en la División de Paleontología del Museo Americano de Historia Natural y becario postdoctoral de la Fundación Nacional de ciencias en el Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad de Yale.

La investigación muestra que los ancestros más antiguos del grupo de animales que incluye pulpos y calamares vampiro no tenían ocho, sino 10 brazos, gracias a una nueva especie de vampirópodo basada en un fósil de 328 millones de años que no había sido descrita anteriormente.

Los vampirópodos son cefalópodos de cuerpo blando típicamente caracterizados por ocho brazos y un caparazón quitinoso internalizado o soportes de aletas. Debido a que carecen de estructuras duras, no están bien representados en el registro fósil. El nuevo estudio se basa en un fósil de vampirópodo excepcionalmente bien conservado de las colecciones del Museo Real de Ontario (Canadá).

Whalen y Neil Landman, conservador emérito de la División de Paleontología del Museo del Museo Americano de Historia Natural, identificaron el espécimen fósil como un género y una especie completamente nuevos que datan de unos 328 millones de años, lo que lo convierte en el vampirópodo más antiguo conocido y amplía el registro fósil de ese grupo en unos 82 millones de años. "Éste es el primer y único vampirópodo conocido que posee 10 apéndices funcionales", indica Whalen.

DIEZ BRAZOS

En el nuevo estudio también describen sus 10 brazos, todos con ventosas conservadas, lo que corrobora los argumentos científicos previos de que el ancestro común de los vampirópodos también tenía 10 brazos. Por el contrario, los octópodos tienen ocho brazos y el calamar vampiro moderno cuenta con ocho brazos y dos filamentos. Otros calamares y sepias modernos disponen de 10 brazos.

"El recuento de brazos es una de las características definitorias que separan la línea de calamares y sepias de 10 brazos ('Decabrachia') de la línea de pulpos de ocho brazos y calamares vampiros ('Vampyropoda'). Hace tiempo que sabemos que los pulpos alcanzan ocho brazos mediante la eliminación de los dos filamentos de calamar vampiro y que estos filamentos son brazos vestigiales", explica Whalen.

Este investigador añade: "Sin embargo, todos los vampirópodos fósiles informados previamente que preservan los apéndices solo tienen ocho brazos, por lo que este fósil es posiblemente la primera confirmación de la idea de que todos los cefalópodos poseían ancestralmente 10 brazos".

Dos de los brazos del cefalópodo parecen haber sido alargados en relación con los otros ocho y su cuerpo en forma de torpedo recuerda a los calamares actuales. El fósil recibió el nombre de 'Syllipsimopodi bideni'. El nombre del género deriva de las palabras griegas 'syllipsimos' ('prensil') y 'podi' ('pie') porque es el cefalópodo más antiguo conocido que desarrolla ventosas, lo que permite que los brazos, que son modificaciones del pie de molusco, funcionen mejor para agarrar presas y otros objetos.