El dato de crecimiento económico del 3,2% en el segundo trimestre del año como refeja la Contabilidad Nacional que hoy ha hecho pública el Instituto Nacional de Estadística no ha sido suficiente para devolver los ánimos a los inversores que siguen desinvirtiendo en la bolsa española.

El tipo de interés de los bonos volvió a incrementarse y la peseta ha registrado una ligera depreciación contra el marco. Todo ello se une a las incertidumbres que se viven de forma generalizada en los mercados financieros internacionales ante un dólar inestable y un marco afectado por tensiones inflaconistas vía importaciones.

Aunque parece conjurado el peligro de una tormenta monetaria como la que se vivió en el pasado mes de marzo, la prudencia impide a los inversores tomar posiciones nuevas en tanto no se observen signos de clara estabilidad.

Con todo ello, la debilidad de la bolsa ha llevado de nuevo al Indice General a caer por debajo de la frontera del 305, considerado "zona peligrosa" por los técnicos.