Bono participó, junto al presidente del PP, Mariano Rajoy, en la presentación en el Congreso de los Diputados del libro "Cartas desde tres parlamentos", escrito por el diputado Vicente Martínez-Pujalte, el eurodiputado José Manuel García Margallo y la diputada madrileña Isabel Barreiro.

El auditorio era mayoritariamente del PP, pero Bono se declaró "a gusto" a la vista de que "la cortesía, el afecto que se descubre incluso en rostros entre los que no es común que nos lo dispensemos, es superior al que habitualmente gastamos".

Recordó a Baltasar Gracián para asegurar que es "prudente resolver los problemas que llegan a casa de uno, pero imprudente salir a la calle, o a este salón de columnas, a buscar problemas".

Con su tesis habitual de que el carné de un partido "no añade nada a quien lo tiene" sino que se vuelve sublime o se mancilla en función del comportamiento de su titular, explicó que acudió a un acto del PP convencido de que "si practicásemos más el acercamiento en estos ámbitos irían mucho mejor las cosas para el país y también para la felicidad personal".

Pese a exponerse a que alguien interprete incorrectamente su presencia en ese acto, Bono aseguró sentirse cómodo, "lo cual no significa que dé más amparo que el literario", y en ningún caso el ideológico.

Justo el día en el que comienza la campaña para las elecciones europeas, Bono defendió el objetivo de cada cual de ganar los comicios, pero rechazó que las diferencias se conviertan en "armas arrojadizas" y que incluso en ocasiones esas diferencias se intensifiquen en los discursos para evitar "parecer los mismos".

A PSOE y PP, subrayó, les une la libertad, el deseo "de cada uno a su modo" de que los españoles vivan mejor, y una nación "sin la cual el mundo estaría notablemente incompleto". "España nos ha permitido a la derecha y la izquierda, por primera vez en siglos, llorar juntos a nuestros muertos".

Por eso, junto a la legítima disputa electoral, Bono reivindicó la política como una actividad "donde hay gente tan sublime como en cualquier otra y donde puede haber gente tan miserable como en cualquier otra"

De los autores del libro elogió sobre todo su autonomía, convencido de que lo complicado es "ser autónomo del propio partido", de que no hay mayor deslealtad que "decir que sí sin estar de acuerdo", y de que hay que escuchar a los demás no sólo porque tengan derecho, sino "porque pueden tener razón".

Recordó, despertando algunas suspicacias por la coincidencia con el triunfo electoral del PSOE, que hace cinco años se descubrió la composición del genoma humano y las diferencias entre unas personas y otras apenas llegan al 0,1% de sus genes, por lo que el Rh apenas interesa a los médicos "y a los necios".

"Las identidades", concluyó, han de ser proyectos, y todos deben basarse en que el interés de los ciudadanos "vale más que el PSOE y el PP juntos".