Durante su participación en el curso "La Enseñanza de la Religión en España" organizado por la Fundación Universidad Rey Juan Carlos, Bono criticó a ambas instituciones diciendo que "desde la Iglesia se acepta mejor al no creyente que al creyente que tiene discrepancias" y que, añadió hay que "huir de quienes desde el socialismo condenan el sentimiento religioso".

El que fuera presidente de Castilla-La Mancha durante más de 20 años aseguró que las posturas de la Iglesia y el PSOE pueden acercarse, sobre todo porque "algunos socialistas querrían que ciertos valores cristianos formen parte de la renovación del partido".

Además, durante su intervención Bono apuntó que "nadie es socialista por topar firmemente con la Iglesia" y que "no es progresista tener actitudes anticlericales".

Por último, Bono resaltó sus ideales al definirse como "español, socialista y cristiano"; y afirmó que tiene suerte porque "en mi país, en mi partido y en mi Iglesia tengo libertad para hablar".