La familia propietaria de la marca Borges ha recibido en los últimos meses numerosas ofertas de otros municipios catalanes para instalar su factoría, aunque finalmente presentó al consistorio de Reus, donde estaba ubicada antes del siniestro, una propuesta para rehacer la fábrica ampliando su superficie y su capacidad de producción.

El Ayuntamiento de Reus aprobó esta mañana el PlanGeneral de Reordenación Urbana, que incluye la solicitud de Borges para que le sea cedida la calle que actualmente divide en dos la planta destruida.

Según indicaron fuentes municipales, la empresa de frutos secos podrá edificar en la calle Notari Rull de la ciudad, que tiene una superficie de 1.900 metros cuadrados y que permitirá también levantar una zona de almacenamiento de unos 5.000 metros cuadrados.

La familia Pont, propietaria de Borges, también solicita la ampliación de su producción al ector de la pastelería en la planta de Reus, que antes del incendio daba trabajo a 300 personas y que hasta entonces sólo se dedicaba al envasado de frutos secos.