Borrll, que inauguró unas jornadas con motivo del Día Mundial de las Telecomunicaciones, explicó que la convergencia europea pasa por la modernización de la red hasta finales de siglo y continuar en la línea que se viene trabajando actualmente, ya que hace 10 años sólo cinco personas de cada diez tenía acceso al teléfono, y ahora la proporción es de ocho sobre diez.

Asimismo, con la cohesión nacional se busca eliminar las diferencias entre las zonas más y menos desarrolladas, con especial atención a las rrales, donde la densidad de población hace mucho menos rentables las inversiones.

En este sentido, el ministro aseguró que el mercado por sí sólo no puede satisfacer el acceso de todos los ciudadanos a la red telefónica e insistió en que el teléfono es un servicio público: "tanta competencia como sea posible y tanto servicio público como sea necesario".

Borrell felicitó a Telefónica como la operadora que ha conseguido conjugar ambos aspectos y dijo que la actuación en el campo de las telecomunicaiones tiene como finalidad el progreso y la igualdad.

El máximo responsable de las comunicaciones insistió en que habría que continuar con las inversiones realizadas hasta ahora para satisfacer la demanda y comparó el planteamiento español con el de Alemania Federal, que tiene dos zonas muy diferenciadas en desarrollo y que ha apostado por las actuaciones públicas.